Su ausencia aparentó una gran sorpresa para el Sistema Penitenciario. De una de las cárceles más seguras del país, a plena vista de los guardias, salió sin pena alguna. El cobanero logró burlar varios anillos de seguridad, entre agentes del SP, efectivos de la Policía Nacional Civil y un nutrido grupo de soldados se dio a la fuga, sin que al momento haya una explicación.
Jeankarlo Sánchez Meneses, no apareció durante el recuento de los reos del pasado domingo por la noche. Ninguno supo de su paradero, nadie podría decir dónde estaba o con quién. La búsqueda en locales de venta de comida, comedores, champas, baños y hasta en el gimnasio e iglesia no rindieron frutos.
Después de las 19:00 horas, algo quedaba claro, el cobanero no estaba adentro del centro de detención, por lo que de inmediato se dio el aviso al Ministerio Público (MP). Sánchez Meneses se dio a la fuga y su paradero es desconocido.
El cobanero y su llegada al Zavala
Sánchez Meneses se convirtió en residente del Mariscal Zavala, luego de ser detenido el pasado 19 de enero, en la Colonia Lourdes, zona 16. Es señalado por el gobierno de los Estados Unidos de pertenecer a una red delictiva, dedicada al tráfico de drogas. Según el estado de Virgina, “Jeankarlo” habría tenido algún grado de participación en el trasiego de 5 kilos de cocaína, por la vía aérea, hacia el país del norte.
Pero, el cobanero estaba de paso en el Zavala. No estaría mucho tiempo, siempre y cuando un juez accediera a su extradición a los Estados Unidos. Una solicitud, para presentarlo ante la ley allá, se encontraba en trámite y la alerta para su detención fue emitida el 12 de julio de 2016, por un tribunal distrital del estado de Virginia.
“Estamos a la espera de las investigaciones que determinen las circunstancias de la fuga del pasado domingo, de momento se han tomado todas las medidas preventivas y activado los protocolos correspondientes”. Rudy Esquivel, vocero del Sistema Penitenciario.
El otro Sánchez Meneses
Pero, “Jeankarlo”, no es el único cobanero que ha tenido problemas con la ley. Otro, Sánchez Meneses estuvo vinculado con un incidente relacionado con el narcotráfico. Se trata de Carlos Alonzo Sánchez Meneses, un empresario agrícola con grandes extensiones de tierra en Alta Verapaz y Quiché, dedicadas a la producción y exportación de cardamomo, plantas ornamentales y café. A Carlos Alonzo, también se le señala de ser propietario de varias aeronaves y pistas de aterrizaje en sus siete fincas.
Se le vinculó con el caso de un helicóptero que cayó con 137 kilos de cocaína en Cobán, en 2004. Fue el entonces comisionado de Defensa y Seguridad de Óscar Berger, Otto Pérez Molina, quien aseguró que el cargamento de droga era propiedad de Otto Herrera y Gustavo Herrera Castillo. En 2004, Sánchez fue condenado a 15 años de prisión por narcotráfico, pero escapó durante su traslado de Quetzaltenango a Escuintla. Permaneció prófugo durante varios años y fue hasta que la Embajada de Estados Unidos en Guatemala ofreció una recompensa de US$200 mil por información para su captura que fue detenido.
Carlos Alonzo Sánchez Meneses fue capturado y trasladado a los Estados Unidos y según la página de www.bop.gov (encargada de las prisiones en EE. UU.) se incorporó al sistema penitenciario de dicho país. Fuentes cercanas al detenido aseguran que su captura obedeció, en buena parte, a que tendría información importante para poder condenar a Horst Walther Overdick Mejía (alias el Tigre) y Ottoniel (el Loco) Turcios Marroquín, dos destacadas figuras del narcotráfico guatemalteco.
Mientras, uno guarda prisión en Estados Unidos (Carlos Alonzo), el otro, Sánchez Meneses busca por todos los medios evadir a la justicia guatemalteca. Sin saberlo, se ha convertido en una mítica personalidad que “logró” burlar tanto al ejército como a la policía y salir sin pena ni gloria de una de las cárceles más cuidadas de Guatemala.