Los avances tecnológicos de la última década no solo han traído consigo mejoras a la calidad de vida de los seres humanos, sino también han facilitado muchas situaciones que antes eran imposibles. Sin embargo, conllevan que las amenazas cibernéticas aumenten.
Para 2020, un estudio revelado por SophosLabs profundiza en áreas donde las ciberamenazas podrían atacar de manera más profunda.
Ataques remotos
Para el 2020, Qualiteasy destaca la creación de nuevas técnicas de ataques remotos, cifrado y cambio de nombre de archivos. El robo de credenciales y fugas de información desde la nube.
Cadenas de infección
Estas se dan de manera más frecuente en archivos de adjuntos de remitentes desconocidos. El uso de almacenamiento cloud, causa que los atacantes usen las URL para crear cadenas de infección más complejas.
Ataques por medio de aplicaciones
Las campañas maliciosas a través de los correos electrónicos aumentarán al igual que el phishing. Para estos ataques solo se necesitan dos cuentas dentro de la misma organización y por ello son difíciles de detectar.
La desinformación
Los ciberdelincuentes consiguen hacer de la información un arma que va a estar presente en los años futuros, como ha señalado Tony Anscombe, experto en seguridad global, de ESET.
Respecto a las políticas de privacidad de los datos personales, todavía existe desconfianza sobre el uso que realizan las empresas de este tipo de datos, pese a que muchos países han actualizado sus políticas sobre notificación de brechas de datos.
Según Lysa Myers, investigadora de ESET, hasta que se formalicen las multas a las grandes corporaciones, este problema no desaparecerá. Recuerda también la necesidad de dar un paso adelante para el uso de la autenticación multifactor, para dejar atrás el sistema de nombre de usuario y contraseña.
Espacios inteligentes
Los edificios inteligentes tienen incorporado algún dispositivo IoT, sin embargo la inversión en seguridad no crece en la misma medida. La investigadora de ESET, Cecilia Pastorino, explica que los ataques de malware en ciudades inteligentes son cada vez más comunes. Por ello, es importante proteger los sistemas que utilizan las infraestructuras.