Aunque las restricciones para protegerse del contagio del COVID-19 siguen activas y las concentraciones masivas siguen prohibidas, los guatemaltecos abarrotan las calles y los lugares de comercio.
En días pasados se registró alto congestionamiento vehicular en varios puntos de la ciudad, incluso después del toque de queda.
El 13 de marzo se confirmaba el primer caso de coronavirus; poco a poco, las calles empezaron a lucir desoladas.
Con ello se busca beneficiar a unos 30 mil automovilistas y así agilizar el tránsito en colonias aledañas.
Uno de los grandes causantes del tráfico diario viene de la poca conciencia ciudadana. A la receta hay que agregarle, como ingrediente principal, la corrupción institucional y civil.
La fortuna es caprichosa. Algunas veces favorece a algunas personas y otras veces se aleja para no regresar jamás.
El proyecto también abarcó la ampliación de carriles, muros, drenajes, iluminación, aceras y señalización, en una construcción que duró cuatro meses.