Tenemos hospitales temporales que se equipan con donativos de la iniciativa privada y países amigos. Un programa de vacunación, al que le robaron y que se tambalea entre el caos y la ineficiencia.
Seguramente para el presidente Giammattei estos trasnochados son los familiares de los más de 14 mil muertos que, junto a millones de guatemaltecos, ven con horror el plan de gastos del próximo año.