El anda, grandiosa y sofisticada para mi mirada infantil, era una pieza simple de madera decorada con musgo y manzanilla. Corrían los años setenta, tiempos simples y a la vez difíciles.
Si no hay posada, no hay Navidad. ¿Aún no sabes cómo organizar una? Acá te dejamos unos consejos para que los tomes en cuenta. ¡Lúcete!
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