Se becará a los niños o adolescentes que no tienen la oportunidad de asistir a una aula.
“Ser lustrador no es fácil, tenés tu área asignada y no podés trabajar en otra porque te agarran los demás patojos que también lustran. Ganar cuesta, en un muy buen día nos hacemos unos 70”.
¿Cuántas veces has dicho “no” a un lustrador? Sus manos están manchadas pero su sonrisa no se apaga, una historia llena de tintes, conoce a Luis.
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