Y buena parte de estas desgracias que viven los vecinos de Puerto Barrios, tienen su origen en la corrupción y poca eficiencia que impera en el Puerto de Santo Tomás de Castilla.
En todo el mundo los puertos son motores económicos, el 80 por ciento de lo que se mueve pasa por allí y en el caso de Guatemala deberían estar trabajando todos los días del año, todo el día.
Esta compra no hace más que evidenciar el nivel de corrupción que impera en la empresa que administra el puerto más importante del Atlántico guatemalteco.
Siendo la más reciente y notoria, una sobre valoración de Q21 millones en el pago que se pretendía hacer.
EMPORNAC se ha convertido en el bastión de unas redes de corrupción que no le temen a nada y que se aferran con uñas y dientes a sus pedacitos de negocio al interno del puerto.
“La penetrante corrupción en los sectores públicos y privados, socava la seguridad nacional, la gobernabilidad y la economía del país”.