La llegada del COVID-19 ha alarmado a los vecinos, quienes están preocupados por la escasez del vital líquido en sus hogares.
La escasez de agua en la ciudad dificulta la higiene en los hogares.
Aunque parezca imposible, cientos de familias no han tenido servicio de agua potable por más de mes y medio.
Nueve casas se quedaron sin agua, porque los ladrones robaron los contadores. Las familias estuvieron 48 horas sin el vital líquido.
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