Una víctima de los “hechiceros por internet” leyó mis relatos y me contactó para que contara su increíble historia, basada en una experiencia real con una bruja llamada “Ana”.
Los correos de hechiceros continuaban. Al investigar los casos, términos como “medicina natural” “fraude” “fe y chamanes”, se colaron en mi búsqueda. Esto se ponía cada vez más interesante.
Esa tarde recibí un correo de un hechicero que resolvía problemas. Después, recibí más de usuarios con historias de profetas y doctores mágicos que ofrecían sus servicios. Aquí el relato.
Ahora los correos de Gmail se autodestruirán o bien les colocarás contraseña para que puedan leerse. Entérate de más a continuación.