Un 85 por ciento de los encuestados estaba preocupado sobre cómo iban a realizar los pagos de la planilla.
El trabajo doméstico en Guatemala ha sido históricamente poco regulado y mal remunerado, además de ser exigente e inhumano.
Es un día cualquiera, abre su bandeja de entrada y se encuentra con ese molesto estado de cuenta: un saldo de Q850 de consumos que jamás hizo y alguno que otro cargo inexplicable.