Por medio de un enlace y una página web diseñada para parecer legítima y robar datos, los ciberdelincuentes han podido atacar a diversos usuarios en las redes sociales.
Un nuevo movimiento delictivo ha resurgido: personas crean perfiles falsos para hacerse pasar por pandilleros y así causar miedo, pero en realidad no lo son.
El Internet ha expuesto la información de las personas, provocando que se cometan delitos.