Cada año un millón de bebés prematuros mueren por las complicaciones y dificultades en el parto. Los úteros artificiales podrían ser una esperanza de vida para los recién nacidos.
Griselda Zelada empezó a tejer cuando tenía 8 años. Su gusto por la lana surgió desde pequeña, pero lo veía como un pasatiempo hasta que se convirtió en mamá.