Muchos ancianos son olvidados en los asilos, nadie los visita, ni sus familiares, amigos, lo que les entristece. Sin embargo, en esta historia, los animales alivian el dolor.
Ana tenía varios meses de luchar contra un dolor intenso y el gato estuvo junto a ella todo el tiempo.
Ser padre es una experiencia inspiradora, te sacude, te cambia y te prepara para vivir el dolor de tus hijos como propio. La consigna es estar con ellos cuando lo necesiten.