María Isabel Méndez, mejor conocida como Marisa, tiene 23 años y es una atleta de BMX en Guatemala. Es maestra de la disciplina en un colegio de Antigua, comparte su experiencia con niños de 3 a 12 años y es la explosión perfecta del bicicross.
¿Quién dice que es un deporte de hombres?
Marisa comenzó en este deporte cuando tenía 5 años, siguiendo los pasos de sus hermanos mayores Roberto y Luis. En sus inicios también practicó atletismo, pero la velocidad de las bicicletas siempre le atrajo más.
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Por una pausa que tuvo la disciplina en el país, formó su equipo de fútbol con algunas amigas y comenzaron a competir. Jugaba como delantera. Hace cuatro años retomó los pedales y ahora es la única deportista profesional en casa.
Marisa siempre ha admirado a su papá, que jugó fútbol en Tipografía Nacional. Fue el goleador de un equipo histórico y su disciplina la motivó a practicar deporte y tener una vida sana.
Lo que más disfruta del bicicross es la gana de siempre ganar, hacer lo mejor posible y la adrenalina previo a cada salida. La carrera dura entre 30 y 40 segundos.
El palmarés
Marisa ha vivido diferentes momentos de su carrera y buena parte de ellos son positivos. En 2014, viajó por primera vez a México para competir, sin embargo tuvo una fuerte lesión de la que estuvo en coma 2 días. Luego compitió en eventos nacionales y centroamericanos, obteniendo el subcampeonato.
En 2015 quedó en segundo lugar a nivel latinoamericano, participando en Perú y Chile, además de coronarse campeona en una copa latina. En 2016, participó por primera vez en el Mundial de Colombia. En aquella ocasión quedó en cuartos de final. Este año compitió nuevamente en un centroamericano y quedó como subcampeona.
Marisa
Esta joven deportista es muy competitiva, siempre intenta dar lo mejor de sí. Es eléctrica, expresiva, le encanta hablar y nunca está enojada. Su mayor reto ha sido competir con ella misma y su mente, especialmente en los momentos donde ha querido tirar la toalla.
Siempre admiró a su hermano mayor y sin duda él se convirtió en una de las mayores motivaciones para involucrarse en el deporte. Él se retiró debido a una lesión en el hombro, mientras que Luis aún entrena, pero únicamente como hobby.
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Para cumplir el sueño
Aunque Marisa ha dejado a un lado las salidas con los amigos, está consciente que llevar una vida sana le permitirá cumplir sus sueños.
También sacrificó los estudios en psicología clínica debido al tiempo que requiere para entrenar y dedicarse a lo que más disfruta en la vida.
Su mayor virtud es la resistencia. Mientras algunos pierden por completo el aire mientras compiten, Marisa demuestra su poder. Su esfuerzo es diario. Trabaja aspectos físicos que le permiten fortalecer sus músculos y el bicicross para perfeccionar su técnica.
Los siguientes pasos
En noviembre próximo esta guatemalteca competirá en los Juegos Bolivarianos contra representantes de al menos 15 países. También viajará a El Salvador junto a la categoría Élite del deporte, con quienes espera obtener buenos resultados. Son ocho seleccionados, ella es una de las únicas dos mujeres. Su entrenador es el venezolano José David Cabrera.
En un largo plazo, Marisa se ve entrenando a los futuros deportistas. Debido a su experiencia con los más pequeños se ha dado cuenta que no quiere abandonar por nada este mundo.
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Sus peores momentos
Sin duda, la experiencia en México años atrás marcó su carrera. En aquella oportunidad se le inflamó la mitad del cerebro, la espalda, rodilla y tuvo que estar tres meses fuera del deporte, más otros 3 meses de recuperación.
Me dolía no volver pronto. Lo que más miedo me dio fue la decisión de mis papás. Pensé que no me dejarían regresar.
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