¿Sabes algo sobre la equitación? ¿Sabías que hay una guatemalteca preparándose en Estados Unidos? ¡Sí, es Alexandra Domínguez y conoceremos su historia!
Tiene 21 años y vive en Ocala, Florida desde diciembre de 2013. Se involucró en Ecuestres cuando aún era muy pequeña y con el paso de los años se especializó en adiestramiento. En este deporte debe tener una íntima relación y armonía con su caballo y en las competencias el juez califica a la pareja de 1 a 10, siendo este último el puntaje perfecto. Siempre debe trabajar el movimiento para obtener los mejores punteos.
Su pasión nació en Antigua Guatemala
Alexandra recuerda con mucho apego cuando tenía dos años y disfrutaba hacer viajes en los caballos del parque central en Antigua Guatemala. “Nadie me podía bajar”, aseguró entre risas y mostrando que su pasión va más allá de un simple deporte.
Esta joven es la más grande de cuatro hijas. Su papá practicó karate un tiempo y compitió en los juegos Centroamericanos en Endurance (ecuestres) en el 2006, mientras su mamá era atleta durante su curso por la universidad, pero Alexandra es la única que tomó la disciplina con mayor seriedad. El deporte lo complementa con sus estudios. Actualmente, se forma en Administración de Empresas en la Universidad de la Florida.
Previo a su viaje a Estados Unidos comenzó la carrera de Medicina y aunque asegura que es una profesión linda y que siempre llevará en el corazón, tuvo que cambiar de planes para seguir entrenando y permanecer en Ecuestres. ¡Primer gran sacrificio y una dura decisión!
EL viaje a Norteamérica
Mientras que entrenaba y competía en Guatemala contactó a la entrenadora del equipo que representaba al país en aquel momento, Natalie Lamping y ella la refirió con Belinda Nairn, su actual entrenadora.
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Alexandra llevó un caballo para prepararlo de cara al siguiente ciclo olímpico y estuvo viajando constantemente, sin embargo Belinda le recomendó mudarse. Domínguez encontró la oportunidad perfecta. Nairn es una jinete reconocida que representó a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 1984 y 1988. “Ella es única y muy especial”, aseguró la connacional.
Sacrificio
La familia de Alexandra está dividida físicamente, pero apoya a la joven para que cumpla sus sueños. Por otro lado, en Ecuestres siempre se debe buscar la perfección, en todo momento hay un nuevo reto.
Aunque eso es un monólogo en todos los deportes, en Ecuestres no se depende del triunfo individual. La relación con el caballo es fundamental para alcanzar los objetivos.
Es como bailar con el caballo, que no lo veo solo como un animal sino como un atleta que también quiere lo que uno busca. Es algo inexplicable.
Alexandra en el colegio también practicó fútbol, le encanta el atletismo, pero su mente y corazón están en la equitación.
Como atleta de alto rendimiento hay mucho sacrificio por el tiempo, la dedicación, trabajar la mente y todo ello balancearlo con los estudios, la vida privada y la familia.
Esta atleta en casa también debía cumplir. Sus padres siempre le exigieron tener buenas notas, pese a las ausencias del colegio, por el deporte. “Agradezco a mis padres porque siempre me pusieron los límites más arriba”, dijo entre risas.
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Domínguez es una persona muy trabajadora, de buen corazón, valiente y con mucha determinación. Además, es agradecida y reconoce su esfuerzo por encima de la suerte. Es disciplinada, puntual, responsable y muy ordenada no solo en el deporte sino también en su vida personal.
Los logros alcanzados
Con el apoyo de su federación y el Comité Olímpico Guatemalteco participó en los Centroamericanos y del Caribe, Costa Rica 2013. Ganó medalla de plata en equipo, luego estuvo en los Bolivarianos de Perú 2013 y terminó en 4o. lugar en Overall.
El resultado significó mucho para ella, luego que el primer día terminara hospitalizada por una intoxicación.
También compitió en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, en el Nations Cup y su siguiente reto serán los juegos de Barranquilla 2018, luego los Panamericanos 2019 y subir al Gran Premio a nivel internacional.
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Sus dos caballos se llaman Beijing y Etanga A mi país lo tengo en el corazón y siempre es un honor representar a Guatemala y subir mi bandera lo más alto posible.
