Tres años que no ha puesto un pie fuera del hospital desde que se quemó en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción
Ella está en un hospital en Houston desde hace tres años.
Ha sido sometida a 27 operaciones de reconstrucción de cara y cuerpo desde que fue llevada a Estados Unidos, el día que el Hogar Seguro Virgen de la Asunción prendió en llamas en 2017.
Su nombre se mantiene en reserva.
Pero, ella es quizás la que mayor daño sufrió en las llamas de aquel cuarto donde fueron encerradas 51 niñas y adolescentes como castigo a las protestas que intentaron realizar por los abusos sexuales de los que eran víctimas.
La niña, que para entonces tenía 15 años, quedó sin párpados, nariz, ni boca. El 80 por ciento de su cuerpo quemado y desde hace tres años está encerrada en ese hospital, porque sacarla de ahí sería condenarla a la muerte.
Su cuerpo y cara podría infectarse y seguramente morir, ya que en Guatemala no existe el cuidado ni tratamiento médico que ella requiere.
Traerla a su casa implicaría de igual forma una contaminación en su cuerpo. Sin embargo, ha luchado por mantenerse viva y es posible que en un mes y medio rinda su primera declaración por videoconferencia, de lo que ocurrió aquel día en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción.
Hasta hoy, la vida de esa niña, hoy adulta, cambió radicalmente.
Solo un familiar la ha acompañado desde entonces, porque sus padres y hermanos viven en Guatemala y ella nunca ha puesto un pie fuera de ese hospital.
Y así ha vivido, aislada, desde el día que se desató el infierno en el cuarto de 4 metros de ancho por 4 metros de largo, que estaba cerrado con llave, del cual no pudieron salir hasta que fueron auxiliadas por los bomberos.
En la mañana del 8 de marzo, las menores intentaban protestar por los abusos sexuales y físicos que sufrían en el Hogar Seguro. Aprovecharon que ese día se celebraba el Día Internacional de la Mujer, pero la situación se salió de control.
El caos fue aún mayor cuando quemaron unas colchonetas para que las dejaran salir. El incendio duró varias horas y no podía ser mitigado por los bomberos.
Numerosas víctimas heridas fueron llevadas de emergencia a los hospitales nacionales con quemaduras de segundo y tercer grado, mientras que 19 niñas morían en el lugar por la gravedad de sus heridas.
En los reportes médicos consta que la mayoría de las adolescentes fueron ingresadas con presión arterial baja, pérdida masiva de líquidos por las quemaduras y en estado inconsciente.
Al 10 de marzo de 2017, se reportaron 37 jóvenes fallecidas, entre los 14 y 17 años.
Fuente: Mujeres Transformando el mundo
Fotos: redes sociales, portada con fines de ilustración