Para Mi Gente Informa Aroldo Marroquín, desde San Marcos
Son diversos los tramos carreteros de los municipios de la zona fría de San Marcos, Guatemala, que están abandonados. Lo más indignante es que diferentes gobiernos han llegado a inaugurar los trabajos para hacer las carreteras, hecho que tiene molestos a los habitantes de los municipios de San Lorenzo, Comitancillo, Tacaná, Concepción Tutuapa, y San José Ojetenam.
Mario Rodas, habitante de Aldea Cerro Grande San Lorenzo dijo que el tramo de 12 kilómetros de San Miguel de Los Altos, San Antonio Sacatepéquez hacia aldea Corinto San Lorenzo, está en el total abandono desde hace varios años. “Nos dicen que la van asfaltar pero siempre queda solamente en promesa y las autoridades no cumplen”, agrega Rodas.
Se estima que 54 kilómetros deben ser asfaltados en los municipios de San Marcos que integran las zonas frías del área.
Los vecinos optaron por pedir apoyo económico a España para que asfalten los tramos, pues las autoridades guatemaltecas solo ofrecen, pero no cumplen.
Varios tramos carreteros de San Marcos que suman al menos 54 kilómetros necesitan ser asfaltados y ninguna autoridad responde, peso a que eso sería desarrollo para el área.
Donde hay carreteras hay desarrollo
Selvin Arrivillaga, gerente de la Asociación Integral de Desarrollo de Municipalidades del Altiplano Marquense, ADIMAM, dijo que están preocupados por el deterioro de estas carreteras y buscan apoyo internacional para asfaltarlas.
Ante la ausencia del gobierno guatemalteco, Arrivillaga comentó que ha realizado acercamientos con España, que ha sido un país donante, en el pasado, para este tipo de obras.
Alrededor de 20 mil vecinos de San Marcos están, prácticamente, aislados debido a las malas condiciones de las carreteras, las cuales empeoran en época lluviosa, ello dificulta el traslado de los productos que realizan, evitando desarrollo al área.
Se estima que en área abandona por los diferentes gobiernos de Guatemala, habitan unas 200 mil personas, quienes habitan en los municipios mencionados y quienes seguirán esperando las promesas políticas de que sus carreteras sean asfaltadas, pese a que esto implicaría desarrollo, porque al pasar más fácilmente se logran comercializar los productos que producen.