Por: Isabella Elizondo
Una promesa que se hizo a ella misma hace cuatro años la llevará a competir en los Juegos Olímpicos de Tokio. En 2016, logró varias marcas que la acercaban a los juegos en Río de Janeiro, pero no fueron suficientes. Desde ese día su meta fue ir a Japón y regresar a Guatemala con una medalla.
Sin embargo, para alcanzar este sueño se tuvo que hacer sacrificios académicos, sociales y personales. “Cuando mis amigos me decían de ir a celebrar el fin de semestre no podía ir porque debía rendir en los entreno”. Para asistir a clases se levantaba a las tres de la mañana para entrenar, estudiaba, hacía tareas en el carro y en la tarde volvía a nadar. Ahora, que cursa el último semestre de la Licenciatura en Fisioterapia, debía esforzarse mucho para sacar notas altas y enfocarse nada.
“He soñado con las olimpiadas desde hace 10 años”. Esta frase fue la que la llevó a clasificar a eventos y motiva para sacrificar eventos. era lo que la motiva a sacrificar eventos y lo que la mueve todos los días para dar lo mejor de ella en cada entreno. Desde su primera competencia internacional se dio cuenta que podía lograr más, puso todo su empeño en convertirse atleta olímpica. como meta llegar a estos juegos.
Actualmente, Gabriela es considerada como la mejor nadadora en Guatemala, sin embargo, su clasificación a las olimpiadas será oficial el 30 de junio. Hay varias formas de clasificar, entre ellas está la carta de invitación, la cual consiste en crear un ambiente de competencia con equidad de género. El único guatemalteco que representaba al país era hombre, por ello, Gabriela fue tomada en cuenta. Con esta acción los organizadores del evento esperan crear un ambiente de igualdad.
Ya cuenta con todos los requisitos deportivos, así que solo está a la espera de la carta. Por otro lado, comenta que gracias al apoyo que recibe del Comité Olímpico y de la Federación ha podido continuar en el deporte, aunque en ocasiones los recursos que ofrece esta última institución no son suficientes. “Uno depende de un presupuesto y hay muchas complicaciones. En ocasiones quiero ir a una competencia, pero no hay fondos”.
La nadadora sostiene que podría llegar más lejos si contara con un mayor apoyo económico, ya que mientras más se compite menos miedo se tiene y se aprende de los errores. “No solo vamos a ganar medallas, sino también experiencia”. Santis asegura que también se ha perdido de ir a campamentos de entrenamiento aunque esto afecta su formación, sostiene que se debe de trabajar con lo que se tiene.
La atleta comenta que en esta clase de actividades se desarrollan cualidades psicológicas y fisiológicas, pero se esfuerza para encontrar alternativas. “En lugar de entrenar un sábado simulo que estoy en una competencia”. Gabriela busca constantemente alternativas que puedan suplir los eventos a los que no puede asistir.
“Mi meta más grande en el deporte es representar a Guatemala de la mejor forma posible en las olimpiadas”. En los próximos meses entrenará para lograr ser la mejor guatemalteca en el estilo libre. Con cada brazada espera establecer un nuevo récord en su deporte.
Foto principal: Gabriela Santis