Para Mi Gente Informa, Giovanni Aldana desde Ciudad de Guatemala.
Pese a la crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19, la industria de alimentos y bebidas procesadas mantuvo un crecimiento sostenido en nuestro país. Sus exportaciones han crecido año con año y los mencionados productos gozan de la confianza del consumidor.
Esto ha sido posible porque se observan estrictos controles de calidad, especialmente en lo que se refiere a la inocuidad de los alimentos. Para lograrlo, las materias primas, los procesos de producción y los productos ya terminados se someten a constantes pruebas de laboratorio para garantizar su pureza y calidad.
Como parte de su programa “Primera Fila” con el que se busca divulgar el proceso de producción con calidad de sus productos, la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB) invitó a un recorrido por Inlasa, el laboratorio responsable de llevar el control en la inocuidad de los alimentos que se elaboran a nivel industrial en nuestro país.
“Este programa busca dar a conocer cómo opera la industria nacional de alimentos y bebidas, cuáles son sus innovaciones a nivel tecnológico y cómo logra la calidad de los productos que pone en el mercado nacional e internacional”, explicó Enrique Lacs, director ejecutivo de la CGAB.
Inlasa es un laboratorio con más de 25 años de experiencia, el cual además de realizar análisis, ofrece asesorías técnicas para el desarrollo de nuevos proyectos y mejoras de procesos, apoyando al sector alimenticio con un equipo de profesionales multidisciplinarios.
Está acreditado con la norma ISO 17025, un sistema de gestión de calidad que guía a los laboratorios en la administración de calidad y requerimientos técnicos para su adecuado funcionamiento.
Todo producto alimenticio que se vende en el mercado nacional e internacional debe ser revisado y evaluado para garantizar su calidad e inocuidad.
Entre los servicios que ofrece el laboratorio, figura el screening de pesticidas, procedimiento que les permite detectar más de 400 residuos de plaguicidas en diferentes tipos de muestras como alimentos procesados, verduras y frutas, aguas, suelos y otras materias orgánicas.
Según explica Mynor Ordoñez, Supervisor de Área de Cromatografía de Inlasa, es importante que los productos estén libres de estos componentes químicos o que no sobrepasen los límites permitidos, y que cumplan con las normas establecidas en el Reglamento Técnico Centroamericano y por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés).
También hacen análisis de micotoxinas que, si se encuentran en alimentos y son consumidos por humanos, son precursores de complicaciones de salud como cáncer de hígado y otros problemas. Si se encuentran en alimentos, estos no pueden ser exportados.
Asimismo, efectúan análisis microbiológicos, físico químicos, de cromatografía, toxinas, metales y estudios de vida, este último para saber con certeza el tiempo de vida que tienen los alimentos procesados en diversos ambientes.
“Además de hacer análisis de muestras, brindamos apoyo técnico a la industria de alimentos y bebidas para la mejora de sus productos, desarrollamos procesos y estudios de vida de productos diversos como salsas, carnes y panificación. Ayudamos a diversas empresas a validar sus procesos de producción para eficientar su operación”, explica Mynor Ordoñez, director del Área de Proyectos Especiales del laboratorio.
Estos procesos se aplican también para comprobar la pureza del agua de riegos, empaques y suelos de cultivo para que toda la cadena de producción de alimentos y bebidas garantice la salud de los consumidores.
“Con el laboratorio, nos hemos apoyado bastante para verificar que se cumple con la ley y que los productos de la industria guatemalteca de alimentos y bebidas son aptos para la venta y el consumo en los diferentes mercados a los que se llega”, finaliza Enrique Lacs.
Este esfuerzo empresarial ha rendido frutos. Hoy por hoy, la industria guatemalteca de alimentos y bebidas tiene ya un prestigio establecido, y los productos de sus agremiados son buscados por consumidores de los países a donde exportan, trayendo como consecuencia beneficios a nivel económico y generación de empleo.