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La escena parecía sacada de una película de guerra. Ambulancias iban y venían de un lado para otro y, sobre la calle yacían los cuerpos de varias personas, heridas con balas de fusiles AK-47 y armas cortas. Para varios el ataque fue mortal, ya que 7 personas perdieron la vida.

Era apenas las 7:45 horas cuando un grupo de pandilleros de la Mara Salvatrucha (MS) irrumpieron frente al Hospital Roosevelt y dispararon sin compasión, para rescatar al reo Anderson Daniel Cabrera Cifuentes, quien fue llevado a consulta desde la cárcel Fraijanes 2.

Al primero que alcanzaron las balas fue a un guardia del Sistema Penitenciario, quien murió a los pocos segundos, mientras que otras personas que esperaban entrar a consulta también recibieron los impactos.

El punto exacto del ataque se dio entre la emergencia del centro asistencial y la consulta externa, ambos repletos de personas a esa hora de la mañana, pues unas iban a sus citas médicas y otras ingresaban por alguna dolencia.



El MP trabajó por más de siete horas en el escenario del crimen. Foto: Marvin Del Cid

“Lo primero que hice fue tirarme al suelo, los tipos disparaban para todos lados, varios niños empezaron a gritar, incluso, dos señoras que estaban cerca de mí se desmayaron, nos dio mucho miedo”, relató una enfermera que recién ingresaba a su turno.

Incluso, fueron trasladados varios heridos hasta el hospital San Juan de Dios, que dista a unos 5 kilómetros de donde ocurrió el ataque, debido que en el Roosevelt todo estaba colapsado. Además, enfermeras, médicos, personal administrativo y pacientes corrían de un lado para otro.



Un guardia penitenciario y que custodiaba al marero que fue rescatado, fue el primero en morir. Foto: Marvin Del Cid

¡Qué venga la policía, esto es un infierno! ¡Dios mío qué pasa! ¡Se oyen gritos afuera!

Lo anterior era parte de lo que expresaban varios médicos y trabajadores a lo interno de la emergencia, según relataron varios testigos.

Una agente de seguridad del hospital comentó que ella estaba en la entrada principal de la emergencia y tuvo que correr hacía el interior, ya que los mareros gritaban que iban a matar a todos los que se opusieran.

“Mi pequeña, casi se me muere en los brazos, pues una bala pasó muy cerca de donde estábamos nosotras”, comentó una señora que iba caminando hacia la pediatría para llevar a su niña de un mes.

La balacera duró aproximadamente 10 minutos y se tenía temor que algunos de los atacantes estaban refugiados en el edificio hospitalario, pero luego de ser revisado por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) no se localizó a nadie.



Otro de los fallecidos frente a la consulta externa del centro asistencial: Foto: Marvin Del Cid

Huyen rumbo a la colonia Roosevelt

Los delincuentes huyeron rumbo a la colonia Roosevelt, pero solo algunos fueron copados por varias patrullas de la PNC, por lo que optaron por robarle el vehículo a otra persona.  No obstante, al llegar a la 14 avenida de la zona 11 fueron detenidos.

Dentro de los carros se encontraron fusiles AK-47, así como armas de otros calibres y se capturaron a cinco personas: Elder Josué Méndez Díaz, de 22 años; Jonathan Daniel Charch, de 19; Ángel Estuardo García, de 20; Santo Humberto Cruz López, de 29 y un menor de 17 apodado El niño.



En este carro fueron detenidos los cinco pandilleros. Foto: Marvin Del Cid

El presidente Jimmy Morales calificó el hecho como un ataque terrorista y dijo que giro órdenes al ministro de Gobernación, Francisco Rivas, para evitar que más reos salgan hacia los hospitales y que sean atendidos en las mismas cárceles.

Entre los fallecidos hay dos guardias de presidios, personas que llegaron a consulta y trabajadores del centro asistencial. Mientras que hay 12 heridos, entre ellos, un niño de 4 años.

Galería de imágenes



Otro de los fallecidos frente a un carro. 


EL MP recolectó evidencia en el escenario del crimen.


Desde este sector empezaron a disparar los mareros.


El MP y la PNC estuvieron recolectando evidencia.


Uno de los agentes de presidios asesinado por mareros.


El fusil que portaba el guardia de presidios y que no pudo accionar.


Bomberos Voluntarios descansan luego de la jornada violenta.


La entrada al hospital fue acordonada por varias horas.


Pacientes piden información sobre familiares.

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