A buena parte de nosotros nos tomó por sorpresa el #Wrestlemania del fin de semana. Saber que el último titán de la WWE se retiraba, cambió el estado de ánimo de cualquiera. Lo que sucede es que Undertaker es ese sujeto al que seguirías para conquistar el mundo, y nosotros, como fieles acólitos decidimos escribir un #Relato a su carrera. Pero en nuestra investigación ocurrió algo, nos topamos con José Vicente Solórzano Aguilar quien, a manera de historiador, nos hizo un perfil entrañable del único, del grande, de la sombra de sombras, The F***king Undertaker: “Te saludamos nosotros, los que vamos a morir”.
***
“Supongamos que el ciudadano estadounidense conocido alguna vez como Mark Callous se encuentra en su casa, allá en el estado de Texas. El dolor que aún siente en el cuerpo cede a cada minuto que pasa, bajo los mimos y cuidados de su esposa Michelle. Ella le acaricia los cabellos negros, cuyas raíces revelan las canas y las hebras rojizas que resistieron, tenaces, a más de 20 años de constante aplicación de tinte.
Cuando se levante a sacar un jugo de naranja del refrigerador, o velar por el sueño de su hija menor, ha de tener muy presente las ovaciones y la gratitud que le manifestaron los más de 72 mil espectadores que asistieron a la edición 33 de Wrestlemania en el Citrus Bowl de Orlando, Florida. Lo que tanto quisieron que demorara sucedió delante de ellos y de cuantos nos sentamos frente a nuestros televisores, tablets, laptops, teléfonos inteligentes y computadoras en todo rincón del mundo donde se capte la señal de la World Wrestling Entertainment (WWE). Mientras el alzhéimer y la muerte no nos lo arrebaten, entre nuestros recuerdos figurará la noche del 2 de abril de 2017, la fecha en que el Deadman, el Príncipe de las Tinieblas, otrora American Bad Ass, figura central de la empresa desde su debut en 1990, fue retirado de los encordados.
Hasta siempre, Undertaker.
Undertaker’s Final Walk Out At WrestleMania 33
Yo lo vi pelear al comienzo de su carrera, allá por 1989, cuando era un gigante pelirrojo llamado Mean Mark Callous. Debutó como el reemplazo de Sid Vicious (luego conocido como Psycho Sid a su paso por la World Wrestling Federation, WWF) en la pareja de los Skyscrapers (los Rascacielos, así llamados por su elevada estatura) junto con el rubio Dan Spivey, y fueron manejados por Theodore R. Long (el futuro Teddy Long, gerente del programa SmackDown). Entre los dos aplicaban la desnucadora (la power bomb) a sus rivales y se establecieron como una de las facciones a tener en cuenta en cada función.
New Skyscrapers vs Randy Harris & Agent Steel
Junto con los Road Warriors, Sting, Lex Luger, Ric Flair, Nikita Koloff, Rick Steiner, Scott Steiner, Ron Simmons, Butch Reed, el Midnight Express, Cactus Jack, Arn Anderson, Madusa y Paul E. Dangerously (Paul Heyman) los Skyscrapers pertenecieron a la transición entre la Jim Crockett Promotions (la principal empresa del sureño estado de Georgia), la National Wrestling Alliance (NWA) y la World Championship Wrestling (WCW), fundada por el multimillonario Ted Turner. Las luchas las transmitían los viernes, sábados y domingos a través de la Superstation WTBS de Atlanta (rebautizada Turner Brodacasting System, TBS, tras su compra por Turner). Debo apuntarlo: esa etapa, la de los años 1987-1992, es mi educación sentimental como seguidor del wrestling americano y la lucha libre mexicana.
Skyscraper Dan Spivey Snaps On Road Warriors NWA Clash Of Champions X Corpus Christi Texas
Siendo pareja, los Skyscrapers libraron feroces batallas contra los Road Warriors y los Steiner Brothers. De pronto, por razones que solo él supo, Dan Spivey abandonó la WCW. Tras probar a hacer equipo con un reemplazo nada trascendente, Mean Mark Callous optó por luchar por su cuenta. Honraba sus raíces tejanas saliendo con sombrero, chaleco y perneras. De la desnucadora pasó a utilizar el heart punch, que aplicaba al rival doblándole el brazo izquierdo detrás de la cabeza y acertándole certero puñetazo en el pecho. Mi papá comentaba que debía hacerlo con cuidado, podía desprenderle el corazón. Yo me lo imaginaba zafándose y cayendo entre las costillas cual fruto recibido en el canasto.
Mean Mark Callous in action Pro May 19th, 1990
Entonces se descompuso la tele (un gancho que se le coló entre las ranuras y fue a dar entre los circuitos que provocó que se apagara y encendiera por ratos). En casa ya no vieron por qué seguir pagando el cable y le perdí la huella a las luchas de la WCW. Todavía alcancé a ver algunos espectáculos de pague por ver (los pay-per-views) donde mi abuela paterna. Y a veces, en no recuerdo qué canal, tuve atisbos de un nuevo personaje de la WWF. Vestía con tiras negras, era blanquísimo hasta la palidez, andaba siempre con la cara tapada por el pelo, como para que no le distinguieran los rasgos. Seguro fue mi primera impresión del personaje que sustituyó al pelirrojo tejano Mean Mark Callous. Ese misterio lo terminaría imponiendo en el imaginario luchístico como el Undertaker.
Undertaker vs. The Berzerker (25.04.1992, Superstars of Wrestling)
Allá por 1999, con seis meses de atraso respecto a la continuidad en Estados Unidos, canal 7 reintrodujo las luchas de la WWF en televisión nacional. Al poco tiempo estábamos enterados de las rivalidades entre Triple H, Chyna, Road Dogg, Mr. Ass Billy Gunn (divertidísimo que los locutores Hugo Savinovich y Carlos Cabrera se refirieran a él como el Señor Trasero), X-Pac y la siniestra Corporación al mando de Vince McMahon, con sus hijos Stephanie y Shane haciendo de las suyas. La Corporación amparaba como campeón a The Rock frente a la sola oposición del loquito Mankind (la personalidad psicótica de Mick Foley, otrora Cactus Jack) y el renegado Stone Cold Steve Austin.
Cerca de todos ellos, entre las sombras, al acecho, merodeaban los servidores del Ministerio de la Oscuridad. Estaban los Acólitos (John “JBL Layfield como Bradshaw y Farooq, nueva encarnación del veteranísimo Ron Simmons), el vampiro Gangrel y el enorme Víscera. Al mando, precedido por su propia marcha fúnebre, y ostentando su propio signo, estaba el Undertaker. A ratos aliado, a ratos enemistado con su hermano Kane.
Era la Época de la Actitud (Attitude Era), cuando el espectáculo rebasaba los límites de lo inapropiado, de lo que no se debía mostrar a los niños en horario familiar. Dobles sentidos (o no tan dobles, como cuando podíamos ver los bra de Debra para distraer a los luchadores), parejas que se intercambiaban, luchadores atropellados frente a los camarógrafos. Y todo bien estudiado, bien armado, tan verosímil, que se aceptaba sin mayores cuestionamientos. Así sucedía con los poderes atribuidos al Undertaker, capaz de aparecer a la velocidad de un parpadeo frente al enemigo de turno, o brotar debajo de la lona del cuadrilátero para arrebatar de entre los vivos al infortunado y llevárselo consigo a lo más profundo del Averno. Y a su paso nadie se atrevía a emitir el menor ruido, mientras sus monjes encapuchados llevaban el ataúd donde enterraría la rivalidad construida a lo largo de varios meses, y el humo se deslizaba entre los pasillos.
The Undertaker Sacrifices Stone Cold Steve Austin on his Symbol! 12/7/98
Cuando el Enterrador anduvo entre nosotros
9 de febrero de 2008. Foro Mundo E, Guatemala. Tras la exitosa visita del elenco de Raw realizada el año anterior, la World Wrestling Enterntainment regresaba al país con el programa SmackDown. La cartelera incluyó la lucha entre el Undertaker y Big Daddy V (nueva personalidad de Víscera), manejado por el profesor Matt Striker. Ya lo sabemos: una cosa es ver a tus músicos y luchadores favoritos en la pantalla del televisor. Otra muy distinta es verlos en persona, no importa a qué distancia. Ellos están ahí, vos también estás ahí. En vivo y en directo. Sin intermediarios. Oís la marcha fúnebre del Undertaker y sabés que se asomará con su paso solemne, sin prisas, impávido ante las exclamaciones del público. Lo acompañarás levantando las manos para invocar el regreso de la luz. Y verás cuando somete a Big Daddy V sin consideraciones con la temida llave de las puertas del infierno (castigo tan fuerte que fue prohibido por algún tiempo en la WWE), y cuando le aplica a Matt Striker la tumba rompecuellos cuando tiene la ocurrencia de meterse al cuadrilátero. No perderás detalle cuando regrese a los vestidores, se detenga por unos segundos y alzarás con él el brazo derecho en señal de vine, vi y vencí. El Undertaker frisaba entonces en los 42 años, se hallaba en aceptable condición física, venía de ganar el Royal Rumble de 2007 y ostentó dos campeonatos más, al superar a Batista y a Edge.
Los años, los constantes viajes, las lesiones, lo fueron limitando poco a poco. Ya no se animaba a llevar a sus rivales a la escuelita clásica (impresionaba que alguien de su peso y tamaño pudiera caminar encima de la tercera cuerda) con la frecuencia de antes. Pese al declive, puso fin a la historia luchística de Shawn Michaels en dos memorables Wrestlemanias consecutivos. Y aceptó dejar su invicto en manos de Brock Lesner para cimentar la fama de indestructible atribuida a la Bestia Encarnada.
The Undertaker vs. Brock Lesnar – WrestleMania 30 — The End of The Streak, only on WWE Network
Buena parte de los luchadores, al igual que la mayoría de rockeros, rebasan los límites de los veinte y treinta años para proseguir su carrera al margen de las limitaciones impuestas por la edad. La mayoría son acuciados por los apremios financieros, hacer frente a los gastos familiares, divorcios, mantenimiento de tres o cuatro mansiones en distintos rincones de los Estados Unidos y el mundo. Los hay quienes conservan el esplendor de siempre y los hay que dan pena cada vez que salen al escenario o suben al cuadrilátero. El Undertaker fue espaciando sus apariciones, quedando como la carta ganadora de Wrestlemania y el incentivo para atraer público cuando la WWE salía a recorrer Europa y México. El personaje es inmortal; quien lo porta está expuesto al incesante desgaste de la materia. Ya mostraba las huellas de su edad, sin ocultarlas. Su cadera necesita reemplazo, su cuerpo pide descanso. Se quedó sin fuelle a los pocos minutos de su pelea contra Roman Reigns; fue triste constatarlo.
A pesar de, y en contra de, no dudo que de tiempo en tiempo seguirá apareciendo en funciones selectas de la WWE. De eso depende para mantener su hogar: desconozco si tiene la posibilidad de abrirse paso en el cine y la televisión como lo hicieron Hulk Hogan, Dwayne “The Rock” Johnson y John Cena. El tinte negro volverá a cubrir las canas y las hebras rojizas todavía presentes en la cabellera y la perilla de Mark William Calaway, el hombre debajo del sombrero, los guantes y la gabardina del Undertaker”.