Guatemala y el culto al dolor imagen

Ante tanto cortejo fúnebre uno se pregunta, ¿Vivo en una sociedad que rinde culto al dolor?

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Carola Estrada es psicóloga y debido a sus 30 años de experiencia, nos acercamos con una entrevista para plantearle algunas dudas, principalmente, del comportamiento social de esta ciudad, ahora que hay procesiones y viene Semana Santa. Esto es lo que tiene que decir respecto de ese fenómeno.

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Guatemala y su relación con la Semana Santa, nos hace pensar que es un culto al dolor. ¿Que tan acertados o errados estamos?

Me atrevo a decir que tiene que ver con cuestiones de tipo religioso, pero no propiamente de la religión. Somos un pueblo con un ascendente judeocristiano en el que el pecado es lo principal, fuimos conquistados a partir de esa idea, que vivíamos en pecado, y eso, necesariamente lleva una condena y lo que pasa con un pueblo como el nuestro, es que vive en función de la expiación.

En función de la búsqueda del perdón por cosas que no hicimos, cosas que se hicieron en otro momento, las personas que escribieron la biblia y qué sé yo, todo eso tiene que ver con nuestro ascendente judeocristiano.




Nos topamos que en las procesiones hay personas que no necesariamente tiene la fe, pero acuden por tradición. ¿Podría ser esa una forma de compartir el dolor?

Yo trabajé 30 años en un programa de atención clínica en un hospital psiquiátrico, y teníamos el fenómeno de que, cuando venía la Semana Santa, días antes y días después se llenaba la consulta. Porque la época de la pasión y muerte de Cristo representan eso, todos los pecados de la humanidad, y los que hemos cometido o no, o que asumimos históricamente. Lo que puedo decir, es que está profundamente metido en el imaginario, la cuestión del pecado y la culpa.

Y por eso es que tanta gente llega, aún llamándose atea. Porque nosotros teníamos mucha gente, que llegaba en esta época de Semanas Santa, durante y posteriores, con problemas existenciales. Que tenían que ver con procesos de culpas personales y culpas ajenas, y la necesidad de expiar y resolver esos problemas y eso está profundamente ligado en el imaginario de las personas. Como así nos conquistaron. Nosotros “nacemos con el pecado”, además de toda esa cuestión patriarcal, que viene en línea directa, de la religión católica y que es permanente.



Jesus de Valladolid

Pareciera ser también de que el dolor es solo para los hombres; es decir, está la virgen y su cortejo , pero no son tan importantes como el de Jesús, pero creo que va más allá del símbolo, creo que va más porque es quien cargan los hombres.

No creo que sea exactamente de que es porque cargan los hombres, y que a los hombres les toque vivir el dolor. Creo que en sociedades como las nuestras, a la que le toca la peor parte con todo, maternidad y crianza de hijos, es a las mujeres. Entonces, la exaltación que se hace al dolor de los hombres, en este momento de la Semana Santa, es la única oportunidad que tienen los hombres de romper con esa estructura machista, y romperla con con esa idealización, sumamente machista, de que los hombres no lloran, no sufren. Entonces Jesús es el prototipo del hombre que sufre.

El libro El Evangelio Según Jesucristo, de José Saramago, me impresiona profundamente, cuando Jesucristo habla con Dios y le dice “mirá y porqué me metés en este lío, si lo único que querés vos es que te adoren”. Y él estaba ahí sufriendo por las consecuencias de todo lo que su muerte iba a generar y era legitimar el sufrimiento. Porque a partir de ahí, los hombres, los mártires, los santos, -porque creo que hay más santos que santas-, son los que se dignifican a partir del dolor. Porque el hombre no debe sufrir, porque está unido a esas cuestiones patriarcales. Cuando puede es cuando Jesucristo sufre. Cuando el hombre se da el permiso de sufrir, ser martirizado, pero también de ser exaltado y deidificado, porque todo eso es partir a donde debe estar, sentado a la diestra de Dios padre.

¿En este contexto vamos a tener procesiones y este culto al dolor durante muchos más años?

No sé, me atrevo a decir que no van a desaparecer, porque también son un negocio redondo, y entonces hay toda una estructura que las mueve. Y recordemos que tenemos esa ascendencia judeocristiana y creo que la paga de las indulgencias sigue vigente. Me parece que mientras más sufrido y jodido esté nuestro país, por lo menos ahí está la procesión, para darnos la casaca de que algo o Dios, se va fijar en nosotros algún día.



Jesùs Flagelado de Manzanares, España.

¿Luego del terremoto se disparó el fenómeno, pero si sucede otra tragedia de esa magnitud, el crecimiento continuaría?

Habría que ver entonces si crece más con la tragedia de las 40 niñas que murieron. Tienen que ser cuestiones dramáticas las que mueven a eso, pero estamos desensibilizados, tenemos una historia en la que en este país todo se resuelve a trancazos, tenemos violencia. Si no se violentan los procesos, se violentan las personas , la ley, todo. La cuestión es que estamos desensibilizados ante el dolor y el sufrimiento, entonces el único día que podemos dejarnos como sociedad, sufrir y llorar por la muerte de alguien, que al final termina siendo un hombre, es la única época en la que podemos darnos el chance de sufrir.

Además, somos un pueblo silenciado, nuestra historia nos dice que el que habla se mure, ¿en qué momento puede la gente mostrar su dolor y su pena?, si no en el momento de ir y cargar y expiar por la Virgen y Jesús. Es como una oportunidad para sentir el dolor, o mostrarlo o vivirlos sin ser juzgado. 

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