Te imaginas vivir con dolor constante en tu cuerpo pensando que es por alguna enfermedad que desarrollas o ya padeces. Controlarlo nunca es fácil, sobre todo porque el 40 por ciento de las personas no es correctamente diagnosticada ni tratada.
Pero ¿cómo le explicas a los demás qué te duele? Nadie siente el mismo dolor que la otra persona y cada uno puede presentar una respuesta diferente. Además que este no surge por sí solo, sino que implica una serie de factores. Según el médico fisiatra, Nelva Vallarino, este puede originarse del padecimiento clínico ya diagnosticado, por lo cual te sentirás enfermo o presentarás síntomas como el estrés, el cansancio, la ansiedad, la fatiga, la depresión o el aislamiento social. Todos pueden causar una baja autoestima, crear un dolor físico y psicológico constante.
El dolor proviene de algunas enfermedades como la artrosis, la fibromialgia y la lumbalgia, ya que todas presentan molestia persistente, en algunos casos extremadamente incapacitante.
El 80 por ciento de consultas médicas es por algún malestar agudo y el 10 por ciento es por el dolor crónico. Son pocos los profesionales de la medicina que emplean de manera sistemática escalas de medición del dolor para mejorar el abordaje terapéutico, el cual puede ayudar a reconocer un buen diagnóstico.
“La escala numérica juega un papel fundamental a la hora de valorar el dolor, porque existen casos en los que el paciente no puede expresar lo que siente. Es a través de la señalización que el paciente ayudará al médico a localizar esa dolencia y llegar a la causa”, expresó Vallarino.
Las terapias alternativas
Cuando el dolor se vuelve crónico es más difícil de tratar, pero no es imposible. Las terapias alternativas son buenas debido a que pueden utilizarse juntamente con la medicina convencional. Estas pueden ser: masajes, musicoterapia, acupuntura, meditación, aromaterapia o el yoga.
36 por ciento faltó al trabajo a causa del dolor y otro 10 por ciento cometió suicidio.
Con este tipo de terapias, también se puede ayudar al paciente a entender el problema que padece y tratar de controlarlo tanto emocional como psicológicamente. Se necesita conocer sobre el dolor, ya que aunque no causa demencia, quien lo sufre a diario puede padecer depresión y, en algunos casos, suicidarse por no ser tratados a tiempo.
Fuente: Nelva Vallarino, médico fisiatra y Foro Educativo SCI Pfizer, Salud, Conocimiento e Innovación 2018.