Raúl Antonio Marroquín es un amigo del expresidente Otto Pérez Molina, a quien conoce desde que era pequeño, cuando él estaba en la Escuela Politécnica.
Sin embargo, la amistad va más allá de los años y las circunstancias.
“Yo conozco desde hace mucho tiempo a la familia. Doña Rosita vivía cerca de mi casa, allá en el Proyecto 4-4, en la zona 6. Cada 15 días jugábamos pelota con Ottío, los he conocido durante toda la vida”.
El 24 de diciembre recién pasado, cuando en Guatemala se celebra la Nochebuena y las vísperas de Navidad, Marroquín, como buen amigo, llegó a visitar al exmandatario, quien se encuentra privado de libertad, y estando allí decidió elevar una oración para él. Ambos inclinaron la cabeza y clamaron al Creador por la misericordia de las almas. Esta es una de las primeras fotografías que se muestran del exgobernante.
“Yo soy de la opinión de que el general Otto Pérez Molina, como cualquier otra persona que está privada de libertad, tiene dos opciones: estar totalmente privado de la libertad, que es estar muerto espiritualmente y preso físicamente. Dos: estar libre aunque este preso, y eso es fácil de entender; una persona que está con Cristo Jesús en su corazón y haberlo aceptado como su salvador, ese es el caso exacto del general”.
El general está en prisión desde el 2015, cuando la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala lo señaló de ser uno de los cabecillas de la estructura criminal denominada “La Línea”, que fue el primer caso en su contra.
Actualmente, Pérez Molina ha tenido que pasar por varios casos, en los que se le ha señalado.
Raúl Marroquín inició trabajando con el Partido Patriota cuando se fundó el mismo, pero ya no siguió participando porque Anabela de León se metió a ver el proyecto de la Ciudad de Guatemala y él se decepcionó porque no lo tomaron en cuenta.
El abogado recientemente tuvo un percance con un grupo de manifestantes que se encontraban frente al Ministerio Público, donde estaba observando una conferencia de prensa. Repentinamente decidió interrumpir para dar su punto de vista.
Él fue insultado y hasta golpeado, cuando les dijo a los manifestantes: “Son unos vividores de izquierda”.
El profesional del Derecho no teme que accionen en su contra por haber dado su opinión.