Andrea Toc, una joven guatemalteca de 22 años y estudiante de Ciencias de la Comunicación Social en la Universidad Mesoamericana, sufrió un accidente cuando tenía 11 años: una bala perdida le cambió la vida.
“Todo sucedió cuando iba de salida del colegio, el cual se encuentra cerca de mi casa, en Bárcena, Villa Nueva. Unos hombres pasaron disparándole a una persona y una de las balas perdidas me hirió”, relata Toc.
En agosto de 2008 la vida de la joven se tornó gris, pues una noticia afectó a toda su familia. “Perdí gran parte de la movilidad de mi cuerpo, por lo que me diagnosticaron con cuadriplejia. Movimientos limitados en brazos y piernas”, añade.
A pesar de esta dura prueba, Toc continuó con sus sueños porque sabía que no era su final. “Afortunadamente pude terminar mis estudios de diversificado, para luego ingresar a la universidad. Mi vida cambió por completo, pero nunca me rendí”, explica.
Entrar a la universidad fue una nueva prueba que la joven tuvo que enfrentar, pero a la misma vez le sirvió para demostrar que las personas con capacidades distintas no tienen límites. “Buscar la universidad fue lo más difícil, ya que no me querían aceptar por mi condición física. Llegue a la Universidad Mesoamericana, donde me dieron la oportunidad de estudiar y superarme en la vida”, comenta.
Decidí estudiar Comunicación porque me gustan los medios y el cine”.
Nada ha sido fácil. Infraestructura y movilidad, muchas veces impiden que Toc se desarrolle. “Yo siento que conforme he crecido, ha sido más difícil. Hay responsabilidades e intereses propios que cambian, al igual que las necesidades. Lo más difícil han sido los traslados, ya que en Guatemala no hay una infraestructura adecuada para personas con capacidades distintas. Gracias a Dios, he tenido la ayuda y apoyo de mis padres y hermanos, que me ayudan a trasladarme a mis actividades diarias”, manifiesta.
En mis estudios y mentalmente estoy muy bien. Poco a poco he ido cursando cada año y ahora ya estoy en el último año de la carrera”.
Otro de los aspectos que ha limitado a la joven para superarse ha sido en el ámbito laboral. “Lo laboral y académico tampoco están adaptados para nosotros; personas como yo, cuesta que nos den una oportunidad de empleo. No existe un plan laboral concreto que nos permita trabajar en el país”, lamenta.
Toc también posee sueños y uno de ellos es viajar por el mundo. “Uno de los sueños que tengo es conocer España, aparte de terminar mis estudios y entrar a trabajar en un medio de comunicación escrito o en la radio”, señala.
A pesar de su situación, lucha y sigue adelante para demostrarse que los sueños se hacen realidad. “Sabemos que es difícil, se puede observar en los planes de gobierno. La cultura de Guatemala está cambiando, pero a pesar de ello existen personas que no se adaptan a nosotros. Yo me he tenido que adaptar a esta sociedad y por ello hay que seguir adelante”, resalta.
Esta es una historia que puede ser plasmada en un guion cinematográfico: “Andrea, la chica maravilla”, ya que es un gran ejemplo para nuestra sociedad. “Luchen por sus sueños, traten la manera de hacerlos realidad. Aprovechen su tiempo para cosas positivas, con ello vamos a mejorar como sociedad. Y lo más importante, nunca hay que rendirse”, comparte la futura profesional.
Amante del cine, la lectura y los medios de comunicación, Andrea Toc es un personaje que vive su propia película y la comparte con todos ustedes.