Swinger conocido como “cambio de parejas” cada vez es más recurrente en los matrimonios en todo el mundo, incluyendo Guatemala. Para muchos es un tabú y para otros una ¡experiencia más!
Una noche en una fiesta en la zona 10 *Sebastián, (nombre ficticio), de 25 años, conoció a *Karla (nombre ficticio), una mujer de 35 años, platicaron, bailaron y todo parecía genial. Sin importar la edad, ella le pidió el número telefónico, ya que le pareció “lindo e interesante”, sin pensarlo el joven se lo dio y allí empezó todo.
A las pocas semanas, empezaron a wasapear. “Todo comienza normal, las típicas preguntas, qué te gusta, cuáles son tus propósitos de vida etcétera”, comenta Sebastián. Pero nunca se imaginó lo que ella quería, una noche con él y su esposo.
Las semanas transcurrían, hasta que llegó el momento de decir ¡la verdad! “Después de chatear varias semanas, me dijo que le gustaba, lo cual me parecía extraño porque ella me dijo que estaba casada”. Karla no estaba jugando, ella sabía lo que quería y su cómplice era *Raúl (nombre ficticio) su esposo, con quien tiene 2 hijos. “Al principio me pareció algo extraño e incómodo hasta que su marido me pidió que tuviera relaciones con su esposa, en ese momento pensé ¿por qué no?”, comenta Sebastián.
Después de otras semanas hablando por un grupo en WhatsApp, acordaron lugar y fecha, el juego había iniciado. “Llegaron, se presentaron como que nos hubiéramos conocido de toda la vida, destaparon una botella de vino y empezamos a hablar”. “Al poco tiempo Raúl pidió que ‘jugáramos‘, lo cual significaba quitarnos la ropa y hacer retos”.
“La noche pasaba hasta que los tres paramos desnudos y Raúl sentado en el sofá solo observaba, mientras yo y Karla…”. Las semanas pasaron y los tres fueron amigos por mucho tiempo, hasta que decidieron olvidar todo.
“Fueron varios encuentros, ellos lo hacían porque salían de la rutina y siempre estaban de acuerdo en conocer gente nueva, pero obviamente estaba prohibido enamorarse, solo es placer”. Sebastian sigue con su vida normal y la experiencia swinger ha quedado en el pasado.
En Guatemala, ya existen varios clubes y cada vez más las parejas desean salir de la rutina. ¿Estas de acuerdo con esto?