Jessica Álvarez es una joven de 15 años que necesita un trasplante de riñón.
Rubén Álvarez, padre soltero de Jessi, como le dice de cariño. Son originarios de Quetzaltenango. Su hija, a temprana edad, fue intervenida quirúrgicamente. “A los 3 meses de edad, el médico se me acercó y me dijo que tenía que tener Q15 mil para operarla. Con el transcurso de los días, mi Dios hizo un milagro y mi pequeña no fue operada”, dice Rubén.
Los años pasaron, el crecimiento de Jessi no era igual y todo cambiaría para siempre. “Veía algo anormal en su crecimiento. Una mañana se me acercó y me dijo que la llevara al hospital”, cuenta el padre.
14 años y Jessica Álvarez debía nuevamente luchar por su vida, sin conocer lo que le esperaba. “Se desvaneció en mis brazos. La llevé de urgencia al hospital y pasé toda la noche esperando poder verla sonreír de nuevo. En la mañana del siguiente día se me acercó el médico y me dijo que ya no había nada que hacer por mi hija”, comenta Rubén.
Pasé toda la noche guardando la esperanza de que todo iba a estar bien”.
Insuficiencia renal, la enfermedad que le cambió toda la vida a una familia. “Según los médicos, la enfermedad es irreversible. El doctor me entregó una nota, donde decía que mi hija tenía insuficiencia renal. Tuvo su primera cirugía y la batalla por la vida inició”, agrega.
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Me parte el alma ver a mi hija así”.
Para Rubén, ha sido una lucha que comparte junto a su hija y espera algún día que esto acabe. “Me parte el alma ver a mi hija tirada en el suelo por falta de espacio en los hospitales; caminar junto a ella a las 2 de la madrugada, en busca de ayuda cuando ella vuelve a colapsar. A pesar de eso, Jessi aún sonríe”, indica.
La historia de Jessi no ha terminado y una vez más necesita una nueva cirugía. “Mi hija necesita un trasplante de riñón. Me duele no poder ser candidato para darle uno de los míos. Además, necesitamos Q250 mil para llevar a cabo la operación. Después de la cirugía se necesitan alrededor de Q7 mil al mes, para medicamentos”, relata Rubén.
Es una cantidad de dinero que yo no puedo generar”.
Días, meses y años difíciles han sido el diario vivir de la familia Álvarez, pero la esperanza de Rubén por seguir viendo a su hija sonreír nunca se ha desvanecido. “Intento darle una oportunidad desesperada de vida a mi hija; yo sé que no soy el único en una situación difícil. Han descartado dos donantes, ha sobrevivido a tres colapsos en el hospital y todavía lucharé por ella”, comenta el papá de la joven paciente.
Mi padre padece de la misma enfermedad”.
Hoy, Jessi necesita de tu ayuda y puedes hacerlo de la siguiente manera. “No les pido mucho, solamente un Q1 y les suplico que me ayuden a difundir este mensaje. Mi meta es llegar a 250 mil personas y así poder darle una esperanza de vida a mi hija. Dios los bendiga”. – Rubén.
Si deseas apoyar a la familia Álvarez, puedes depositar Q1 a la cuenta monetaria 3313-0193-79 de Banrural, a nombre de Jessica Álvarez.