La mamá de Andrea López sufrió infecciones y ovarios poliquísticos por no cuidarse durante su embarazo, por ello estuvo a punto de perderla. Ahora es una de las mejores estudiantes de su clase.
Ella nació de 6 meses. Pesó solo una libra y no tenía tantas esperanzas de vida más que 48 horas.
Dora Coloch, su madre, se enteró que estaba embarazada a los 5 meses, debido a un desmayo; se le realizó un examen de sangre y los resultados fueron positivos. Debido a su pronto nacimiento, Andreíta comenzó con problemas en la vista. “Los doctores dijeron que presentaría retraso mental, que no sucedió, pero siempre tuvo inconvenientes en su cuerpo y más en sus ojos”, indicó la madre.
Según el médico general, Kevin Arreaga, no cuidarse durante los primeros meses de embarazo, es un tema delicado y peligroso. La falta de ácido fólico afecta el crecimiento del bebé y favorece la aparición de espina bífida, un defecto congénito que consiste en la falta de cierre total de la columna vertebral fetal, por lo que se asocia a enfermedades graves tras el nacimiento.
A los 8 meses, inició con un punto blanco en su ojo derecho y, a pesar que fue llevada con médicos, se hizo más grande y comenzó a expandirse al ojo izquierdo. “Tuve que ir a oftalmología del Roosevelt y ahí me dieron la noticia con la cual, casi me desmayo”, comentó Dora.
Andreíta sufrió de un desprendimiento de la retina y, a pesar de que la ayudan con medicamentos, no se puede recuperar: “La niña es ciega y no podrá ver”, dijo el oftalmólogo.
“Gracias a una compañera de trabajo, me enteré de Fundal”
La Fundación Guatemalteca para Niños con Sordoceguera Alex (FUNDAL) es una organización que se dedica a apoyar a personas con sordoceguera y discapacidad múltiple, a las que tantas veces en el pasado se les ha negado la oportunidad de desarrollar su potencial.
FUNDAL le abrió las puertas a Andreíta, a los 4 años y medio de edad en prekinder, enseñándole a diferenciar izquierda y derecha. También, cómo movilizarse y comenzar con el prebastón que es utilizado en espacios pequeños, que es la primera etapa de enseñanza para utilizar correctamente el bastón.
El nuevo reto: Andreíta debía ir a estudiar
“Yo no quise, estaba asustada que la lastimaran, la hicieran de menos y golpearan. Siempre tuve miedo, pero mi hija decía que no me preocupara, que ella quería estudiar”, señaló la madre. A pesar de todo ello, en el centro educativo, Andreíta fue recibida de una manera increíble: tenía amigos, era responsable y su maestra la incluía en todas las actividades.
La pobreza
La economía para la familia ha sido un obstáculo con lo que respecta a la salud y educación, a pesar de ello, la familia recibió donaciones de útiles y uniforme. Dora asegura que es una bendición de Dios.
Su desempeño escolar
Andreíta estudió su preprimaria en una escuela pública, junto a 34 niños con sus 5 sentidos. ¿La sorpresa? Siempre estuvo en los primeros lugares del cuadro de honor, superando a casi toda su clase.
“Cuando se pasó al colegio, bajó su rendimiento un poco, pero en el cuadro de honor, siempre se encontraba en los primeros 5 de su clase, jamás estuvo de último”, indicó Dora.
El sueño de Andreíta
Ella quiere ser doctora, para en un futuro poder ayudar a niños como ella, además que su madre deje de trabajar para pagarle todo lo que gastó.
“La nena me dice que quiere pagarme a alguien que haga todo por mí para que no me preocupe por hacer el oficio. Dice también que cuando ella sea doctora, no cobrará consulta para las personas que más lo necesiten”, afirmó la madre.
Andreíta es uno de los muchos niños que FUNDAL ha apoyado desde 1998. Son 400 estudiantes beneficiados.
Agradecimiento especial: Fundal, Escuela para Párvulos Otilia Núñez Ariza y al Colegio Santo Domingo