Sabor versus servicio imagen

Podemos llegar a pagar cantidades elevadas por un buen plato de comida, pero ¿y el servicio?

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“La comida es nuestro terreno común, una experiencia universal”. James Beard, cocinero y escritor de recetarios.

¿Quién no ama la comida? En realidad todos disfrutamos ese momento en el que un delicioso plato de comida se presenta frente a nosotros. Ya sea francesa, mexicana, o española, esa mezcla de sabores nos hace enloquecer e incluso pagar cantidades desmesuradas para estar en un buen restaurante.

¿Será el lujo de las instalaciones, el lugar o la exquisitez de la comida? Lo que sí es que aparte del precio por los alimentos también pagamos por un buen servicio, que claro, no siempre recibimos.

Entonces nos preguntamos ¿comida o servicio? Ambas seguramente, pero algunos lugares no cumplen con ninguna de las dos. Con mi grupo de amigas nos hemos vuelto aficionadas a las tardes de café y las noches de buenas cenas.




Hace un par de semanas, salimos a cenar con mi familia a un famoso restaurante de la zona 9, el servicio fue bueno desde el inicio, ordenamos un banquete de alitas y uno de pechuguitas. La orden tardó en llegar alrededor de 1 hora, la señorita solo nos ofrecía refill de gaseosa y café. Aceptamos la espera, pero cuando llegó la orden las alitas estaban crudas, al principio no se notaba porque iban bañadas en barbacoa, pero al morderlas nos dimos cuenta.

De inmediato, le notificamos a la mesera, pero ella quiso “hacerse el quite” ofreciéndonos disculpas y diciendo que “iba a cambiar el plato”. Ante la disculpa escueta y poco profesional, llamamos al gerente para informarle, pues no solo el precio de las 20 alitas era alrededor de Q120 como para comerlas crudas y que no hicieran nada.

Él nos ofreció las bebidas de cortesía y evadió de todas las maneras el tema de La Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor (Diaco). Al final, estábamos disgustados y ya nos daba desconfianza comer. También, otra familia se quejó del pollo que parecía mal cocido. En resumen, esa fue una mala experiencia.




Andrea Martínez cuenta que en una ocasión, en un famoso restaurante en Deco City, la experiencia fue muy mala. Ella esperó por 45 minutos hasta que le preguntó al mesero, quien le dijo que “por error no habían pasado la orden a la cocina”.

En otra ocasión, que salimos con mis amigas por la noche, la anfitriona del restaurante, en cuanto nos vio nos dijo que “no había mesa y que era mejor que nos fuéramos a otro lugar”. Su mala educación y falta de servicio nos dejó con una mala impresión.

También recuerdo una vez en la que, en un restaurante de crepas, nos cobraron una botella de vino que nunca ordenamos. Y otra vez en la cual encontré en la ensalada un gusano en la lechuga.

No hablamos solo de los típicos casos del “pelo en la sopa”, también de las malas actitudes de los meseros hacia los comensales. En otra oportunidad, junto con una amiga, la cajera del restaurante de comida rápida nos alegó porque “la habíamos confundido con el pedido”.




Pero, si en algún momento sufres una mala experiencia, puedes denunciarla a través de la DIACO, por cualquiera de los siguientes medios:

• Call Center (1544).
• Internet (www.diaco.gob.gt).
• Personalmente (6a. avenida 0-35, zona 4, Centro Comercial Plaza zona 4. Área de Restaurantes 3er. Nivel).
Se requiere un plazo no mayor de 5 días hábiles y presentar una copia de los documentos que acrediten la compra de un bien o la prestación del servicio reclamado: como la factura más la copia legible de su Documento Personal de Identificación (DPI).



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