¿Qué hizo el alcalde con el bulldog pedigree que le regalaron?
Él lo pensó y dijo, si me lo quedo estaría faltando a la ética profesional porque aceptar un regalo siendo funcionario público no es lo correcto.
Tampoco es bueno darlo en adopción porque hay personas que se aprovecharían del pedigree de Fredy y le harían daño.
Venderlo y usar los fondos para el albergue, no pagaría lo que vale, incluso hubo sugerencias para que lo rifara.
Así que mientras pensaba qué hacer con Fredy, el bulldog que le fue obsequiado al alcalde auxiliar de la zona 21, decidió que se lo encargaría por una noche a Sara, su amiga.
Él no podía cuidarlo porque tenía que irse temprano a sus compromisos.
Cuando Fredy entró a casa de Sara, lo primero que hizo fue acostarse en la cama de Pimm, el chihuahua que había sido rescatado y ella cuidaba.
Ambos se sintieron cómodos y comenzaron a jugar.
Sin embargo, Fredy no iba a vivir mucho tiempo allí, ya que al día siguiente sería llevado al albergue municipal de la zona 21, donde iba a jugar con el tío Matías y los primos.
Cansado y agotado, Fredy conoció a Taquito, la mascota oficial del albergue municipal.
Taquito se quedó paralizado y más aún cuando Fredy comenzó a comer en su plato.
Taquito no quería que le quitaran su espacio, el que se ha ganado en el corazón de todos los seguidores de la página del albergue.
Sin embargo, no pasaron muchos días. El alcalde buscó en silencio la mejor familia y hogar para Fredy.
Él ahora llevará la vida que todo perro merece, estará bien y el alcalde dice que está tranquilo con su decisión.
Aunque no deja de estar decepcionado de todos los mensajes en los que expresaban su deseo de adoptar a Fredy y no a uno de los muchos perros, que por no ser de raza, sufren en silencio el maltrato de una sociedad indiferente.
El día que tenga otro perro, dijo el alcalde auxiliar, será mestizo y de la calle, de eso estoy convencido, aseguró en su mensaje.
Con la llegada de Fredy quedó claro que la gente no quiere un perro, lo que quiere es un “perro bonito” y eso confirma al alcalde auxiliar de la zona 21, que indica que el albergue aún está lejos del objetivo de educación del proyecto.
Y con este choque de narices se despidió de Fredy, con la frase: “Ve con Dios Fredy, sé feliz como deberían serlo todos los perros”.
Fuente: Albergue Municipal zona 21
Fotos: Albergue Municipal zona 21