“Carmela”, una chica normal y estudiante de una universidad que se encuentra en zona 16, vive su vida al máximo. Amigos, estudios y fiestas, son su diario vivir.
Puede ser que “Carmela” tenga una vida normal, pero su mayor secreto radica en su belleza, algo que sabe aprovechar muy bien. “Yo sé que tengo una ventaja, por eso aprovecho muy bien mi belleza”, indica.
En muchos países la industria de la pornografía es muy grande, mientras que en Guatemala el tema sexual sigue siendo un tabú entre la sociedad.
Pero “Carmela” no quiere ser una actriz porno, simplemente manda “packs” a cambio de dinero. “Para muchos, esto es malo y nos paran diciendo obscenidades. Por eso no le andas diciendo al mundo que te desnudas, solo te tomas una fotografía y la vendes”, dice la protagonista.
No soy la primera que envía fotos desnuda a cambio de dinero o placer”.
¿Por qué lo hace?, ¿ganas o necesidad? “Cada quien tiene su propósito. Para mí, simplemente es una manera más de ganar dinero, no lo veo como prostitución”, explica “Carmela”.
Pero eso no es todo, pues cuenta que tiene un secreto que esconde en su hogar: “Yo sigo estudiando porque no me voy a dedicar toda mi vida a mandar fotos, simplemente lo realizó en esta etapa de mi vida. Llevo una vida normal, pero obviamente en mi casa nadie sabe nada”.
En un Nissan 2005, en los asientos de atrás siempre lleva una maleta con ropa, su fiel compañera de aventuras. “Después de salir de la universidad hago mis trabajos. Cuando un cliente solicita una nueva foto, me cambio en el carro y me la tomo. Hay reglas, y una de ellas es que nunca debes enseñar tu cara. La mayoría de los clientes son personas adultas”, explica “Carmela”.
Un estilo de vida que paga gustos. “El dinero lo utilizo para pagar gustos propios, desde comprar ropa, fiestas o incluso gastos de la universidad. Yo inicié por cuenta propia, nadie me ha obligado o extorsionado”, asegura.
Puedes llegar a ganar unos Q2 mil por foto”.
Un “trabajo” que no es para todos. “Cada quien hace lo que quiere con su vida. Yo no obligaría a nadie a hacer esto, pues cuando te tomas una foto sabes que en cualquier momento puede aparecer en el celular de un conocido. Obviamente debes tener cuidado, escoger bien a tus clientes por tu propia seguridad”, señala “Carmela”.
Durante días y noches, “Carmela” prepara su celular con sensualidad y luego envía sus packs; no obstante, antes se asegura de que llegue una notificación con el depósito respectivo. “Cada cierto tiempo cambio el estilo de fotos. El proceso es el siguiente: te tomas la foto, la empaquetas en un archivo y la envías. Hay más personas que hacen lo mismo, incluso existen hombres que complacen a las ‘sugar mommy’. Cada uno tiene un pseudónimo en este mundo. Mi estilo radica en utilizar lencería clásica”, afirma.
Solo envío fotos, no hago videos pornográficos y nunca los haré”.
“Carmela” continúa con su vida manteniendo su sex appeal listo para resplandecer ante el flash y seguir complaciendo la fantasía de otros. “Como te digo, esto no es una profesión para mí; no obligaría a nadie a involucrarse, ya que si alguien lo quiere hacer es bajo su consentimiento. Tal vez algunos van a pensar que nos obligan, pero en mi caso nadie me dice qué hacer. En nuestra sociedad todo es mal visto y no quieren aceptar que existe este mundo; incluso, saben de personas cercanas y se hacen los locos”, asevera.
A tres años de graduarse, este “pasatiempo” quedará en el pasado. Se dedicara a su profesión y su nombre de batalla, “Carmela”, quedará en el olvido.