“Decidimos tener solo dos hijos. Mi esposa quería operarse, pero yo pensé que si había dado a luz, ahora me tocaba a mí ponerme en penas”, cuenta Mario, de 35 años.
Mario y su esposa habían planificado la familia que querían tener. Luego de informarse sobre el procedimiento y tratamiento, decidió que la operación era sencilla, que no existiría problema para realizarse la vasectomía.
“Entras y sales el mismo día y solo necesitas un tiempo de reposo, pero no mucho”, comenta Mario. Resalta que él sabía que existe un porcentaje de hombres que sufren dolor, pero es muy bajo.
La vasectomía es un método de planificación familiar para prevenir embarazos de forma permanente. Según Planned Parenthood es una cirugía sencilla y existen dos métodos: con incisión y uno no quirúrgico (sin corte).
“No se puede revertir. Solo debes someterte si estás seguro que no deseas dejar a nadie embarazada por el resto de tu vida”, expresa la Federación Internacional de Planificación Familiar.
¿Cómo funciona?
Los testículos generan esperma, el cual sale por medio de dos conductos llamados conductos deferentes. Al mezclarse con otros fluidos se crea el semen.
En la operación, se corta o bloquea cada conducto, dejando el esperma fuera del semen y, por ende, ya no se provoca un embarazo cuando entra en la vagina.
Luego de 3 meses de realizarse la cirugía, el semen deja de contener esperma.
Según Planned Parenthood, la vasectomía no cambia la forma en que se siente un orgasmo o eyacular. Tampoco varía el aspecto, textura, sabor o cambia la cantidad de semen que se segrega.
Complicaciones
A corto plazo, la mayoría de hombres experimenta inflamación y dolor en el área afectada. Deben cuidarse para que no suceda una infección. Si esto ocurre, se podría notar sangre en el semen las primeras veces que se eyacule luego del procedimiento. Estos efectos no son duraderos.
Para evitar el dolor, el hombre se puede colocar envases fríos y los médicos generalmente recetan paracetamol e ibuprofeno.
Síndrome del dolor post-vasectomía (PVPS)
Este implica dolor crónico que puede presentarse incluso años más tarde.
La licenciada en farmacia, Yolanda Smith, describe que de 3 a 10 por ciento de los pacientes pasan por esto. “El dolor puede variar”, dice la especialista. “Entre la constante molestia al intermitente durante ciertas actividades”.
Intenso dolor
A pesar de saber el riesgo del PVPS, Mario continuó con la cirugía.
“Amo a mi esposa. Esto no es nada comparado a lo que ella me da”.
“Salí bien de la operación, pero la recuperación no fue tan inmediata y sufrí mucho por el dolor. Tanto que le decía a mi esposa que por qué lo había hecho. Llegué a arrepentirme”.
“Pero mi esposa me apoyó y me acompañó en este proceso. Se ha vuelto chiste y bromeando le decía que ya no la amaba. O, ella me decía que si resulta embarazada será por obra del Espíritu Santo. Además, me molestaba porque dice que soy muy chillón”.
Mario cuenta esto entre risas al recordarlo, pues ahora ya está recuperado por completo y no ha tenido problemas.
“Al final fue lo mejor, porque las mujeres siempre son las que pasan estas cosas”, expresa el entrevistado.
¿te animarías a hacerte la vasectomía?
Lanzamos una encuesta en Twitter y la mayoría sí lo haría (69%), ya sea porque no quieren hijos o lo harían luego de tener uno o dos. Y un 23% que preferiría no hacerlo y mejor cuidarse con otros métodos.
Y un 8 por ciento de mujeres votaron por la opción de “quiero que él lo haga”, para no ser ellas quienes se operen o tomen métodos anticonceptivos.
¡Cuéntanos tu opinión! ¿Conoces algún caso similar al de Mario?