“Debo ir a trabajar y no tengo quién cuide a mis hijos”.
La cuarentena ha puesto a las familias de todo el mundo a resguardarse del COVID-19. Muchos padres de familias han tenido que dejar la oficina para continuar sus labores en casa.
Pero, no solamente ellos han modificado su estilo de vida, sino también los niños han cambiado la forma de estudiar. Ellos, al igual que sus padres siguieron con sus actividades escolares en casa.
Pero, ¿qué sucederá cuando todos regresen a la nueva “normalidad”? Algunas personas regresarán a sus oficinas o puestos de trabajo; mientras los niños deberán quedarse en casa hasta que los gobiernos autoricen el regreso a los centros escolares.
Para Janeth Lemus, dejar a sus hijos será difícil, ya que no cuenta con una persona que los cuide. “Soy mamá soltera, tengo una hija de 14 años y otra de 8. A raíz de la pandemia tuve que ajustar nuevamente mi presupuesto”. “Yo he estado yendo a la oficina y desde principios de mayo dejé solas a mis nenas”.
Una necesidad forzada ante esta crisis. “Mi hija mayor ahora debe aprender a ser más responsable y cuidar a su hermanita. Es difícil para una adolescente, pero ahora es de esta manera hasta que mi economía vuelva a mejorar”.
¿No te da miedo dejar a tu hija sola? Es la pregunta de muchos padres a Janeth. “Gracias a Dios vivo en un residencial seguro, igual mis hijas saben que no deben abrirle la puerta a desconocidos”. “No tengo un familiar que las pueda vigilar. Pero creo que esta situación será una enseñanza para nosotras y posiblemente mi hija madure más rápido”.
No todos los casos son iguales y algunos padres de familia tienen la oportunidad que los abuelos se encarguen de sus hijos. “Mi esposo y yo seguimos trabajando, los días que vamos a la oficina preferimos dejar a los niños con sus abuelos”, comenta Karla Rivera, madre de dos varones.
“Mis hijos de 15 y 12 años se quedan con mis suegros, que viven cerca, tres días a la semana y los pasamos dejando antes de irnos a la oficina”. “Nos ayuda mucho, ya que por la colonia donde vivimos no nos gusta dejarlos solos”.
“La ayuda que nos brindan mis suegros ha resuelto muchos problemas, siempre estamos al pendiente de los cuatro, pero sabemos que están en buenas manos y no les va a pasar nada malo”.
Pero no todos tienen la posibilidad que alguien los apoye para cuidar a sus hijos, entonces ¿qué se puede hacer?
Una madurez forzada.
Para la psicóloga Coralia Peña no es conveniente dejar a los niños solos, ya que pueden correr muchos riesgos. “Psicológicamente y legalmente un niño no puede estar sin vigilancia”. “El acompañamiento de los padres es importante en todo momento”.
“No existe una edad para que los niños sufran accidentes”. “He tenido madres que han dejado solos a sus niños, hubo un caso en el cual el hermanito de 9 años se ahorcó y su hermana de 4 estaba presente viendo el acontecimiento”.
Un incidente que puede derivar una acción penal. “Si han sucedido accidentes antes no digamos que ahora no ocurran”. “Los padres pueden enfrentarse legalmente a una demanda ante la Procuraduría General de la Nación (PGN) por abuso a la niñez y adolescencia”.
A los niños menores de 9 años no es adecuado dejarlos solos. “No se recomienda porque están en una etapa de la niñez que todavía no miden el peligro y usan mucho la fantasía”. “También experimentan el juego simbólico, imitan lo que ven”, expresa Peña.
“De 9 a 13 años es una edad que la psicología reconoce que se pueden quedar solos un tiempo prudencial, pero en el contexto guatemalteco se corren muchos peligros”, señala la profesional.
“El niño no sabe de las amenazas que existen a su alrededor”.
La tecnología debe ser bien utilizada para evitar riesgos o tragedias no deseadas. “Con el uso de smartphones y el internet hay que tener cuidado, ya que cualquier contenido el niño puede tomarlo como una realidad”.
“Estudios han demostrado que en las etapas concretas el niño ya tiene una madurez para saber qué es el peligro”.
El hermano mayor también sufre un cambio psicológico a la hora de hacerlo responsable de la casa. “Muchas veces el hermano mayor es un niño cuidando a otro y los padres le adjudican una responsabilidad que un menor no va a tener”.
“Hay un cargo psicológico para los niños mayores”.
“He tenido casos en los cuales el niño mayor ya no quiere cuidar a su hermano menor porque si le sucede algo a él le pegan o regañan debido a que los padres le cargan una responsabilidad muy grande”. “Depende de lo que suceda puede llegar a ser un trauma por el resto de su vida”.
¿Qué hago?
Probablemente, muchos padres de familia regresarán a sus oficinas y habrá alguien que les cuide a sus hijos. También están las madres o padres solteros, casados, que no tendrán quién vigile a sus hijos mientras laboran.
¿Qué se puede hacer para minimizar los riesgos de los niños y adolescentes? “Lo primero es buscar un aliado, alguien que los apoye a controlar a sus hijos. Siempre tiene que haber un soporte”. “Si algún familiar puede verlos mucho que mejor”, recomienda Peña.
“Evitar que los niños no tengan que cocinar o realizar una acción que los ponga en peligro”, dice la profesional
“Lo que se recomienda es dejarles cinco instrucciones a realizar y números de teléfonos en casos de emergencias”, indica Peña.
“Llamarlos constantemente y sobre todo reportar en el trabajo que sus hijos están solos. Muchas personas no cuentan esto por el miedo a que los despidan”. “La empresa debería apoyarlos y saber si pueden seguir realizando teletrabajo hasta que los padres resuelvan la situación de una manera responsable”.