El lunes pasado, la Cruz Roja de Tecún Umán, San Marcos, atendió el caso de un hombre que falleció a orillas del río Suchiate.
Esta persona se había desmayado después de haber ingerir una bebida energizante. Al momento de ser evaluado por los paramédicos, ya había fallecido.
“Mi hijo se tomó unos sorbos de la mentada Volt y terminó en la emergencia con síntomas de infarto, gracias a Dios se recuperó”, escribió Eliza de Castillo en los comentarios de la noticia.
Otro caso parecido sucedió en febrero de este año, cuando Eddy Samuel Alvarado Guzmán, conductor de Uber, falleció de un infarto antes de realizar el último viaje de su jornada.
Conocidos de Eddy aseguraron a los Bomberos Voluntarios que acostumbraba a tomar demasiadas bebidas energéticas. Esto, para mantenerse despierto entre el tráfico y durante las jornadas de trabajo. Sin embargo, su esfuerzo por no dormirse le costó la vida.
Estas bebidas se hacen cada vez más populares entre trabajadores con jornadas largas de trabajo, estudiantes universitarios y jóvenes que frecuentan discotecas.
Dentro de la lata
“Las bebidas energizantes producen algunos de los beneficios que prometen, como incrementar la función cerebral, mejorar la energía, humor, concentración y disminuir la sensación de cansancio. Sin embargo, también producen una serie de efectos secundarios”, mencionó la nutricionista Luisa Zambrano.
Estas bebidas no poseen ningún valor nutricional. Entre sus ingredientes se encuentran la cafeína y el azúcar. Cada bebida energizante puede tener entre 20 y 25 gramos de azúcar por lata.
“Esto representa el 50 por ciento del azúcar que debemos consumir diariamente. Al consumir un exceso de carbohidratos simples, como el azúcar, producimos una serie de efectos negativos en el cuerpo”, agregó Zambrano.
Otros ingredientes incluyen taurina, vitaminas del complejo B, guaraná y ginseng, compuestos que incrementan la energía y alivian el estrés.
Los peligros
Aunque estas bebidas funcionan, a largo plazo y si se consumen en grandes cantidades producen efectos secundarios como:
- Mayor riesgo de problemas cardíacos
- Insomnio
- Dolores de cabeza
- Náuseas
- Taquicardias
- Aumento de ansiedad
- Convulsiones
- Picos de glucosa
- Intoxicación por cafeína
- Mayor riesgo de hipertensión
- Mayor riesgo de obesidad
- Mayor riesgo de diabetes
Algunos de los efectos secundarios, como el insomnio, dolor de cabeza, ansiedad o taquicardia, se producen con solo tomar una o dos bebidas energizantes. La toxicidad con cafeína podría producirse el tomar entre tres y cuatro bebidas diarias, o tomarla todos los días”, mencionó la nutricionista.
Los efectos secundarios más serios, como la diabetes, obesidad y complicaciones cardiovasculares comienzan a aparecer con un consumo excesivo.
Opciones naturales
El trabajo o los estudios demandan de alta concentración para rendir. Es por ello que los expertos recomiendan buscar sustitutos naturales e inofensivos para estas bebidas.
Zambrano recomienda el té verde, la hierba mate y el café. “Estas bebidas contienen cantidades moderadas de cafeína, las cuales no debemos exceder, y nos producen los beneficios deseados, como aumento de energía, concentración, entre otros”, resaltó.
Pero para que estas den resultado, es importante tomarlas sin azúcar, lo cual también evita los efectos negativos de la misma.
No son solo las bebidas, ya que algunos alimentos también favorecen el aumento y conservación de energía durante el día.
“Podemos consumir alimentos saludables como un banano, naranja, una manzana, un batido de proteína, yogur griego, entre otros”, refirió.
La nutricionista también incluye una power nap durante el día como una forma de recobrar energía y aliviar el estrés diario. Esta consiste en una siesta de no más de 20 minutos. “Nos aumenta la energía y la concentración”, expuso.
Mezclas mortales
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que en 2006 se crearon 500 nuevas marcas de líquidos energéticos. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, un 68 por ciento de menores de edad, un 30 por ciento de los adultos y un 18 por ciento de menores de 10 años los consumen.
La OMS expresó su preocupación por el alto índice de consumo de estas bebidas entre los jóvenes.
Aunque no tienen alcohol, en muchas ocasiones se mezclan con licores, aumentando los peligros para la salud de un consumidor.
Para la Organización, este tipo de bebidas está muy ligado al ocio, las discotecas y vida nocturna. En bares se sirven mezclas que podrían ser mortales y aumentan de inmediato el ritmo cardíaco, tales como los Jaggerbombs o shots.
El 71 por ciento de jóvenes, de entre 18 y 29 años, consume estas bebidas en sus noches de fiesta. Esto limita la somnolencia, lo que hace que el consumidor no note la cantidad de alcohol que ingiere.
En Guatemala no existe ninguna regulación para la venta y distribución de estas bebidas en supermercados y establecimientos.
En el caso de Estados Unidos, las bebidas energizantes se consideran suplementos, por lo que deben cumplir con las regulaciones de la etiqueta nutricional.
Tanto en Estados Unidos como en Europa, no existen regulaciones para el consumo de estas bebidas.
Fotos: Dicyt, HispanTV, AltaMed, Mejor con salud.