En Guatemala, las redes sociales se han encargado de viralizar noticias violentas en las cuales un perro es protagonista, en especial cuando son razas grandes como los pitbull. Incluso, ha llegado a la fatalidad, ya que el pasado 29 de octubre una niña de 1 año y 4 meses murió atacada por uno. Los bomberos encontraron a la pequeña sola junto al can y las críticas aumentaron, tanto para la familia como a la gente que posee estas mascotas.
Mientras varios seguían considerando a los perros como el amigo más fiel del hombre, algunos en redes sociales criticaron e incluso pidieron que el animal fuera “dormido” por seguridad. Otros, llegaron al extremo de nombrar a la raza pitbull como un “perro asesino”.
Los mitos comenzaron a surgir entre las olas de comentarios que desató el último hecho violento en el cual se involucró a un perro como protagonista sangriento. “Es una raza peligrosa”, comentaron los cibernautas. Otros argumentaron para quienes defendían al animal por tener “malos dueños” y que esto provocó una reacción violenta. Algunos comentaron que “como es un animal, hay que dormirlo, ya que estos no pueden cambiar”.
Ronald Ayala es un entrenador de perros con más de 9 años de experiencia que adoctrina a diferentes razas y busca que estos se comporten adecuadamente en el hogar. “Los pitbull originalmente cuidaban bebés; sin embargo, algunas décadas atrás, estos fueron explotados en el mercado de las peleas, por lo que su genética cambió y comenzó a tener otras tendencias de comportamiento. Con el apoyo de los movimientos de protección animal, se han corregido las conductas y se ha vuelto importante tener respeto y conexión con estos”.
Ayala, también mencionó algunas recomendaciones para crear una convivencia armoniosa con esta raza. “Es necesario no tener miedo al perro, ellos saben cuando estamos inseguros y reaccionan. Lo principal es mostrarse cómodo con él”.
Por otro lado, el entrenador también indicó que existen ciertos aspectos que se toman en cuenta con los humanos y se deben practicar con los perros, entre ellos, el espacio. “Con los pitbulls, hay que saber respetar el espacio personal de ellos, así como lo haríamos con los humanos. De esta manera, podremos ganar su confianza, pero todo se trata de conexiones de respeto”.
Respecto a los vínculos con los perros, Ayala explicó que se trata de crear una relación entre hombre y mascota, en la cual ambos puedan confiar. “Esto es uno de los objetivos cuando se enseña a comportarse a los canes. Hay colegas que, cuando quieren enseñar a nadar a un perro, simplemente lo lanzan al agua. Sin embargo, la manera correcta es con un acompañamiento. Hay que nadar con ellos para que sepan que pueden confiar en ti”.