Luis Fernando Morán, de 27 años, se había dedicado durante los últimos años a servir al prójimo como médico.
En mayo de 2018, fue diagnosticado con un linfoma de Hodgkin, un cáncer que comienza a propagarse por medio de los linfocitos y afecta a los sistemas linfático e inmunológico.
Este puede originarse en cualquier parte del cuerpo donde se encuentre tejido linfático, por ejemplo en los ganglios del abdomen o el tórax, el tracto digestivo, el bazo, la médula ósea o las amígdalas.
La enfermedad fue un golpe duro para toda la familia, caracterizada por su unidad. “Somos una familia muy trabajadora”. Es muy duro para mí contar esta historia”, comentó Ritva Paz, prima de Luisfer, como le dicen de cariño.
En noviembre de ese mismo año, después de diversos tratamientos y radioterapias, una última tomografía indicaba que Luis Fernando había vencido el cáncer.
Sin embargo, el 2019 no fue lo que la familia esperaba y la enfermedad volvió a azotar con un cáncer abdominal.
“El sábado le tocaba su chequeo regular, pero en cuestión de una semana se vino abajo y lo hospitalizaron”, mencionó Ritva.
Aunque el diagnóstico final se sabrá esta semana, Luis Fernando necesita tratamientos muy costosos. Las ampollas valen Q10 mil cada una. Además, necesita un trasplante de médula ósea.
“Lamentablemente, en los hospitales guatemaltecos tienen protocolos y aunque él esté muy mal, todo es muy tardado”, comentó Ritva al borde de las lágrimas.
La vida de Luis Fernando depende de la rapidez con la que le apliquen las ampollas y comience el tratamiento. “Hay una probabilidad alta de que logremos salvarlo, pero el tiempo no está a nuestro favor en cuanto a la plata”, agregó.
Para esto, la familia hizo un presupuesto y necesitan Q1 millón para cubrir todos los gastos, incluyendo el trasplante que se realizará en México.
“Lo que él no tiene es el tiempo, ya que sin las ampollas, el cáncer continúa propagándose”, mencionó.
Es por ello que la familia y los amigos de Luisfer crearon la página de Facebook Cien Mil Corazones Por Luisfer, ya que si cada uno dona Q10, alcanzarán la meta.
Por medio de las fotografías que muestran la vida de Luis Fernando, testimonios de personas que lo conocen y su historia de servicio y entrega a los demás, muchas personas ya han colaborado con la causa.
“Pedimos a sus amigos y familia que compartieran su opinión sobre mi primo para darle credibilidad a la colecta, ya que en Guatemala siempre existe la desconfianza de que estas causas utilicen mal los fondos”, aclaró Ritva.
Hasta la semana pasada, más de 1,300 personas habían donado los Q10 o incluso más. “Estamos impresionados de lo que Dios ha hecho en los corazones de las personas”, contó Ritva.
La sonrisa de Luis Fernando resalta en todas las fotografías familiares. Es padre de Sebastián, un pequeño de un año de edad y es una de las razones por las que lucha por aferrarse a la vida.
Es el momento perfecto para servir y apoyar a Luis Fernando, así como él lo ha hecho como médico y padre de familia.
¡Apoyemos esta noble causa!
Fotos: Facebook