José llevó a su perrita a bañarla y se la devolvieron agonizando hasta que murió
José está triste. El sábado recibió a su perrita en un estado de agonía.
Kira se llamaba y era una bulldog pequeña.
José la llevó el sábado a un centro de grooming en Majadas Once. Eran las 11:40 cuando les dijeron que podía dejarla. La recomendación de José fue que era muy tímida y que tuvieran los cuidados necesarios.
Pero algo le decía que debía regresar y en menos de media hora ya estaba de vuelta. Aunque, un groomig lleva alrededor de una hora, José decidió que esperaría en el lugar.
Al llegar le dijeron que todo estaba bien, que Kira estaba calmada, incluso le dijeron que dormía.
Pero, unos minutos pasaron cuando la persona encargada de bañar a los perritos le preguntó si el comportamiento de Kira era normal porque jadeaba agitadamente, estaba vomitada y con la lengua morada.
No sabía qué hacer y menos el personal del grooming que ni siquiera tenía el número de un veterinario que pudiera asistirles si un perro se pone mal.
Ante la emergencia en la que estaba Kira, José la quiso llevar a un hospital de emergencia, pero al sacarla comenzó a convulsionar y entonces el personal la ingresó nuevamente, pero solo para echarle agua e intentarla calmar.
Kira miraba a José agonizando. Pasados unos minutos la perrita falleció.
José se la llevó en brazos a su casa.
Pero no fue sino hasta llegar a su casa que su familia y él analizaron lo que había pasado. Decidieron regresar al centro del grooming para tener detalles a través de las cámaras y ver cuánto tiempo estuvo en ese estado la perrita, pero los empleados dijeron que no estaban funcionando.
Kira murió allí dice José porque él la llevó sana, alegre y se la devolvieron agonizando.
Era parte de su familia y confió en ese lugar donde algunas persona se han quejado y han muerto ya algunos perritos.