La venta de paches ya no será igual por la cuarentena imagen

Rita María Aguilar es una guatemalteca que se verá afectada en su negocio de paches por el coronavirus.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Los jueves de paches ya no serán igual para Rita Maria Aguilar.

Todos los jueves, Rita María Aguilar se parqueaba con su carro a un costado de la iglesia que está enfrente del Cejusa, pero ahora, con la crisis del coronavirus, su pequeño negocio se ha venido al declive. “Justo el día del periodista del 2018 me despidieron. No sabía qué hacer, fue un mes muy complicado; el 3 de enero del 2019 le pregunté a la mamá de una amiga si podía enseñarme a hacer paches”.

Para Rita, sus primeros 50 paches fueron la ayuda económica que necesitaba para salir de deudas y gastos. “El primer jueves del año empecé vendiendo paches. Le pedí permiso al párroco de la Iglesia San Juan Bosco, enfrente del Cejusa. Le expliqué que no tenía trabajo y si me daba permiso para poner mi venta enfrente del templo”.

La autorización se dio y desde hace un año, todos los jueves, Rita llegaba al lugar para vender sus paches. “Poco a poco fui saliendo, esto me ayudó mientras me salían trabajos de edición o corrección de tesis. Con el tiempo llegué a vender 120 paches”.

Como todo negocio, tiene sus altibajos y este año ha sido bastante duro para su economía. “A principios de año no iba bien la venta, solo lograba vender 80 paches. En febrero se dio a conocer más sobre el coronavirus y la afluencia de personas en la iglesia empezó a bajar”.

Con la crisis que se está viviendo en Guatemala, nuevamente la economía de Rita se ve afectada. “Empiezan a cancelar todas las reuniones y actividades de la iglesia. Para mí, esto es duro porque de la venta saco para gastos del colegio de mi hija y otras cuentas”.

“Ya tengo una clientela establecida, pero al final hay que hacerle caso a las órdenes que declaró el presidente y tampoco puedo arriesgar mi salud y la de mi familia”.

“Si no trabajas, no comes” es el pensamiento de muchos guatemaltecos que viven al día y no pueden dejar de percibir un ingreso económico. “Por lo mismo del periodismo aprendí a usar las redes sociales, entonces decidí usarlas para seguir vendiendo mis paches”.

Hago 100 paches y los vendo a Q6 cada uno.

Con su cliente establecida y nuevos clientes, Rita emprende una nueva aventura y decide seguir vendiendo paches. “Le di un giro a mi negocio y ahora decidí empezar a vender a domicilio. Lo manejo por medio de rutas, establezco las zonas con los pedidos y salgo a repartir”.

Yo no puedo vender menos de 100 paches.

Una forma creativa de salir adelante con su negocio, algo que nunca lo esperó. Uno tiene que ver entre lo malo lo bueno. Tal vez, después de esta crisis, ya no necesitaré ir a la iglesia porque estaré enviando a domicilio”.

Con cerca de 12 años de ser periodista y trabajar como freelance le ha enseñado a Rita buscar la manera de conseguir su sueldo. “Estamos empezando, no sabemos cómo vamos a salir más adelante; mis hijas me ayudan también en este negocio. Existen más personas que viven de la venta diaria y con esto del coronavirus seguramente van sufrir mucho”. 

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