En 2010, Manuel Jaminez Xum, de origen guatemalteco, murió en manos de la policía de Los Ángeles, tenía 37 años de edad y estaba intoxicado cuando las autoridades lo encontraron.
Jaminez se enfrentó a los policías con una navaja, ellos le pidieron que soltara el arma blanca en inglés y español, pero Manuel solo hablaba k’iche’, por lo cual no obedeció. Esto provocó que los oficiales le dispararan, en un suceso que originó una serie de protestas de la comunidad.
Este evento fue el punto de partida para que los agentes se dieran cuenta que no todos los latinos hablan español y que muchos de ellos hablan su idioma maya natal. Diez años después de la tragedia y luego de una serie de reuniones con líderes comunitarios, por fin parece haber una solución al problema de comunicación.
Tarjetas de bolsillo
La medida es promovida por defensores de las comunidades indígenas como el Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB), que también ofrecen talleres de información sobre el gran número de indígenas que viven en la ciudad y las razones por las que deciden migrar.
La propuesta consiste en una serie de tarjetas de bolsillo con mensajes en nueve lenguas indígenas: k’iche’, kanjobal, mam, chuj y kaqchikel de Guatemala y el zapoteco, mixteco, mixe y chinanteco de México.
Las mismas están escritas fonéticamente para que los agentes policiales puedan preguntar si habla alguno de estos idiomas.
“Es un paso importante para que la Policía tome en cuenta a la población indígena migrante que vive en la ciudad. Un error en comunicación puede ser la diferencia entre la vida y la muerte”, declaró a Efe, Odilia Romero, vocera del FIOB.
Romero es originaria de Oaxaca, México y cuando llegó a Los Ángeles solo hablaba zapoteco y un español básico, es decir, poco más que responder sí o no a los cuestionamientos.
El programa estará apoyado por los cerca de 150 intérpretes con los que cuenta FBOI alrededor del país.
“Ofrece la oportunidad a los oficiales para saber inmediatamente que necesitan un intérprete o quizás encontrar en la comunidad asistencia en el momento”, dijo Alfred Labrada, comandante del Buró Sur del Departamento de Policía de Los Ángeles
La medida también es una oportunidad para construir confianza con este sector de la comunidad migrante para que las víctimas de delitos o testigos se decidan a colaborar.
“Hay racismo por no hablar español, debemos comenzar por eliminar eso entre nosotros para avanzar con otros proyectos”, indicó.
Romero espera que este ejemplo sea seguido por otros departamentos de Policía en el país y en escuelas. Este llamado, expresa también es extensible a la comunidad latina del país.