Robertito (nombre ficticio) vivió una niñez tranquila, tuvo acceso a la educación y a ciertos lujos que otros niños a su edad no tenían. Pero, cuando se cumple las 15 primaveras, la etapa donde todo es diversión, no nos preocupamos por el futuro, simplemente queremos vivir y pasarla genial con nuestros amigos. Cuando la adolescencia se presenta, viene con muchos aprendizajes muchas veces positivos y algunos negativos que nos pueden marcar toda la vida.
¿Te recuerdas cuando eras adolescente? Ibas a los 15 años de tus amigas, te juntabas en centros comerciales o simplemente jugabas FIFA en la casa de alguien, ¡ah! y no digamos estar con la novia. Pero, muchas veces esto no lo hacen todos los adolescentes, para Robertito su adolescencia fue más madura, algo fuera de lo “normal”, ¿qué crees que sucedió? Las drogas aparecieron y su historia cambió de rumbo.
“Mi historia con las drogas comienza mucho tiempo atrás, más o menos cuando tenía 15 años, para este punto de mi vida, ya había consumido alcohol y fumado cigarrillos un par de veces”. ¿Por qué lo hacías? “No lo hacía por sentirme mejor, sino más bien en ese entonces creía que me daban una apariencia más cool”, ¿cómo fue tu experiencia? “Recuerdo bien la primera vez que fume weed, fue una de las mejores sensaciones, inclusive mejor que tener relaciones sexuales (risas), la combinación de emociones y felicidad era increíble, por lo cual, repetí los meses siguientes” .
Ustedes deben pensar ¿cómo un muchachito de esa edad puede conseguir drogas? Robertito responde que: “Al principio es difícil conseguir quién te proporcione, porque no eres de ese medio, pero con el tiempo conoces personas que te facilitan conseguirlas y tu hábito de consumo se vuelve regular”. Muchos dicen que el consumo de marihuana es la puerta a experimentar otras drogas y ahí comienzan los problemas.
“Con el tiempo el efecto de la weed en tu cuerpo no es igual y debido a eso, además de un círculo social más grande, las probabilidades de consumir “algo más” se presentan. Este problema te lo advierte todo el mundo”. Para sus 20 años, Robertito ya había consumido distintas sustancias ilícitas.
“La marihuana es la puerta al mundo de las drogas y la verdad es cierto, con ella fue que inicié, hoy he probado muchas como la cocaína, LSD, éxtasis, MDMA y derivados, de las cuales tuve malas experiencias”. Robertito me contó que lo más peligroso es cómo se consiguen este tipo de drogas, ya que muchas veces las personas que las venden tienen serios problemas psicológicos, incluso ha estado al borde de la muerte. “El LSD y la cocaína son drogas que alteran mucho el estado del subconsciente, personalmente te digo que he entrado en ataques de pánico y ansiedad. También he estado cerca de que me maten o lastimen por conseguir dichas sustancias”.
Todos merecemos una segunda oportunidad y Robertito a sus 24 años ya ha logrado salir de ese mundo. A un semestre de cerrar su carrera universitaria, es económicamente independiente de sus padres y ha logrado alcanzar todas sus metas. “Si a alguien le interesa un consejo sano, todo placer en esta vida es bueno, pero moderadamente, esa es la clave. Sin embargo, alterar el estado psicoactivo de tu cerebro y el uso continuo de drogas es el equivalente a cavar tu propia muerte”, concluye.