Desde muy pequeño, Juan Pablo Zelaya fue un niño inquieto, quien con el deporte canalizaba toda esa energía. Al crecer, su estilo de vida siempre giró en torno a hábitos saludables. En la universidad se graduó de Ingeniero Industrial; a sus 27 años, ya con dos maestrías en Administración de Empresas y Reingeniería de Procesos, desempeñó el puesto de gerente de una empresa privada.
Su vida transcurría con normalidad, pero en el 2011 todo cambió. Un amigo de Juan Pablo lo invitó a que practicaran bicicleta de ruta, pues él tenía la condición física para hacerlo porque desde pequeño le gustaron los ejercicios. Lo que esperaban que fuera un buen momento entre amigos, se convirtió en tragedia.
Un automovilista atropelló a Juan Pablo, causándole fractura en el cráneo y clavícula expuesta. “No recuerdo cómo fue o qué pasó, solo sé que perdí el conocimiento. Usar casco me salvó la vida, pero el miedo de no sobrevivir o quedar mal era atemorizante”, expresó.
El diagnóstico del doctor no era para nada alentador, existía la probabilidad que sufriera de hidrocefalia por la inflación del cerebro y que perdiera la movilidad del brazo. Asimismo, la conmoción del accidente le provocó a Juan Pablo parálisis facial.
Durante tres meses de reposo, empezó a realizar ejercicios de fisioterapia para la parálisis facial. “El doctor me dijo: Como a vos te gusta alimentarte bien y ejercitarte, tu recuperación será más rápida‘. Y así fue, a los dos meses ya estaba recuperado y me discipliné con todo. El ejercicio más básico me salvó la vida y me dio otra razón para estar agradecido por esta segunda oportunidad”.
Cuando terminó la primera etapa de recuperación, Juan Pablo volvió al trabajo, pero su sorpresa al llegar a la empresa fue enterarse de que sus jefes querían que renunciara, ya que habían encontrado a otra persona para su puesto. Triste por no tener cómo pagar las deudas acumuladas a causa del accidente, trató de seguir adelante.
“Fueron momentos de tristeza y depresión, pero pude ver lo positivo y saber que Dios tiene un propósito para todo. Al mes, me quitaron el clavo del brazo y, a pesar que había pegado bien el hueso, fueron meses de terapia para fortalecer el hombro”.
Durante ese tiempo, Juan Pablo tuvo otro trabajo que lo ayudó con sus deudas y como extra comenzó a vender suplementos a domicilio. A quienes les proporcionaba este servicio le pidieron ayuda para asesorarlos en tener buenos hábitos de salud. Al principio no cobraba porque le gustaba hacerlo, pero muchos lo alentaron a que abriera un espacio propio para apoyar a otras personas.
The Fit Center te lleva a una vida saludable
A pesar de un trágico accidente, esto nunca evitó que Juan Pablo se desanimara. Durante la tormenta encontró la esperanza para salir adelante, de poder ayudar a otras personas por medio de un sistema de salud integral. Combinaría ejercicios y asesoría nutricional personalizada que permitiría un manejo adecuado de suplementos y tecnologías de alto nivel.
Y fue así como creó The Fit Center. Zelaya es el primer guatemalteco en obtener el título Health Coach, certificado por American Council on Exercise, una de las mejores escuelas en entrenamiento del mundo. Unió su pasión por el conocimiento empresarial por medio de Corporate Wellness Specialist.
La singularidad The Fit Center es que sea un gimnasio para niños y adultos, el cual busca impulsar la salud integral de sus alumnos y mejorar su estilo de vida. Que enseñe desde la selección de comida en el supermercado hasta la aplicación de las mejores rutinas de ejercicios.
“Mi objetivo es aprender e impulsar un estilo de vida más saludable y pleno, para lo cual se deben modificar ciertos hábitos del diario vivir que pueden conducir a enfermedades. En The Fit Center evitamos las dietas excesivas, que muchas veces no tienen carga nutricional, y también se evitan los ejercicios extremos que logran disminuir momentáneamente medidas. Pero después pueden generar un rebote que implica que la persona suba hasta el doble del peso perdido”.
En The Fit Center se pueden lograr los objetivos de fitness trazados de forma segura y sostenible en el tiempo. Se ofrecen clases tanto semipersonalizadas como el cien por ciento diseñadas a la medida de cada persona. Asimismo, ofrece programas de bienestar corporativos. Se centra en métodos de ejercicios: cross training, que consiste en realizar circuitos de las últimas tendencias fitness en el mundo y cardio en intervalos de alta intensidad, con el propósito de acelerar la quema de calorías de grasa.
“Me siento orgulloso de ser el único guatemalteco certificado por dicha institución, lo cual me permite llevar las herramientas, que me salvaron la vida, a mis clientes y empresas que desean llevar los beneficios de una vida saludable a sus colaboradores”.
Si quieres cambiar tu estilo de vida o mejorar tu apariencia física, The Fit Center se encuentra ubicado en Paseo Cayalá, zona 16, local i1 202 fase 2, segundo nivel, Plaza Principal. Las inscripciones se encuentran abiertas. Para más información puedes comunicarte al teléfono 2493-7666 o escribir en las redes sociales @TheFitCenter.
“Tener buenos hábitos de salud, te pueden salvar la vida”.
