Millones de personas coleccionan cada cuatro años el álbum que tendrá un recuerdo cercano a la máxima cita mundialista de fútbol. Pasan horas obteniendo y pegando los rostros e imágenes de estadios que contarán en el futuro la historia de aquel evento. Gerber Francisco Menchú encontró en sus estampitas una manera de ayudar a los damnificados del Volcán de Fuego.
Es originario de la capital, tiene 32 años, es vendedor, vive en una colonia al final de la Roosevelt y se moviliza en motocicleta. Desde que tenía 9 años encontró la pasión por ayudar a otras personas y poco a poco se fue involucrando en el voluntariado. Ha contribuido con las víctimas de varias tragedias como el Huracán Stan, la erupción del Volcán Pacaya y la destrucción del Cambray, entre muchas más.
Gerber es una persona compasiva, completamente enamorada de Guatemala y proactivo; decepcionado de un sistema corrupto, como muchos otros guatemaltecos y que sueña con un país mejor. Su padre es originario de San Cristóbal Totonicapán y su mamá de Quetzaltenango. Prefiere actuar que sentarse frente al teléfono para emitir juicios sobre alguien más.
Días atrás, luego de la erupción del Volcán de Fuego, Gerber visitó por trabajo una tienda. Labora para una empresa que fabrica y distribuye gomitas dulces. Vio que en aquel lugar tenían expuesto un álbum de fútbol, pedían un excesivo precio por él y decidió regresar a su casa. Su mente siguió imaginando y creando maneras de aportar.
Husmeó sin temor en algunos cajones, viejos y empolvados; encontró el álbum de Italia 90 y Francia 98. Decidió venderlos y, con ello, reunir dinero para viajar a la zona cero en las faldas del coloso recién expuesto a actividad.
Los fanáticos del balompié hicieron su primera compra. Donaron Q700 por obtener el libro que recuerda a los protagonistas de aquella cita deportiva en el país de la Torre de Pisa y la famosa Capilla Sixtina. Lo que Gerber quiere es conseguir insumos para llevar comida y voluntarios al punto de la tragedia.
Gracias a su gusto por rescatar de otros seres humanos; a la gallardía de sobreponer la vida de otros por la suya, sin ser bombero, habilitó una página junto a su novia Elizabeth Álvarez y sus dos mejores amigos Bryan Peña y César Barrientos llamada Exploradores por Guatemala.
A través de ella están organizando un traslado este sábado 9 de junio hacia el Volcán de Fuego en Escuintla. Se reunirán en la gasolinera ubicada frente al Colegio Italiano de la Calzada Roosevelt y a las 13:00 horas emprenderán el viaje. De momento, se ha confirmado el apoyo de al menos 35 personas, ilusionadas por devolver una sonrisa a quienes lo han perdido todo. Gerber no espera aplausos, ni las gracias.
Al escuchar las noticias y conocer la situación que viven cientos de familias en la Aldea San Miguel Los Lotes y sus poblaciones aledañas, el corazón de Menchú se estremeció; las imágenes lo perturbaron, pero también lo impulsaron a ayudar. Gerber es creyente en Dios y tiene claro que su granito de arena podrá cambiar la vida de muchos que no sonríen, que cierran los ojos y su piel comienza a enchinarse, que en algunos lapsos del día siguen recordando el olor a piel quemada.
Menchú tiene la facilidad de desprenderse de cosas materiales y con ello lograr sus objetivos para auxiliar a quienes más lo necesitan. Muchos a su alrededor lo llaman loco, por querer salir de su zona de confort, pero su mayor anhelo es ver feliz a los demás.
Cuando habla de tragedias, Gerber cierra los ojos e inmediatamente recuerda el tiempo del Stan, cuando junto a personeros de Conred viajó para ayudar en el lugar de mayor calamidad. Después de seis horas bajo la lluvia, el sol, la intemperie y sin abrigo trasladando donaciones, fue a rescatar y recuperar cuerpos en Sololá.
Nunca olvidaré cuando sacamos cuerpos de niños. Fue muy duro, un momento cansado pero que nada nos detuvo. Nos sorteamos la vida porque las carreteras estaban en pésimo estado.
Foto de portada cortesía Exploradores por Guatemala.