Una noche, mientras Roberto revisaba su Instagram, recibió la invitación de una chica. A simple vista la miraba bonita, pero cuando revisó su perfil, se enamoró. “Tenía una carita tan linda y unos ojos color cielo que vuelven loco a cualquiera”.
Pasaron los días y comenzaron a interactuar. Con un “hola” en mensaje privado todo cambió. Roberto pasaba horas y horas platicando con esa chica “espectacular”. Cada día sentía que había conocido a la mujer de su vida “no solo físicamente era divina, sino, su forma de ser era tan genial”, dijo.
Al principio todo era “color de rosas” se mandaban fotografías, platicaban por teléfono, pero había algo que Roberto sospechaba, ya que ella nunca podían juntarse. “Cada vez que le decía que fuéramos a comer o al cine, me decía que no podía, que tenía tarea de la universidad o que su papá le había pedido un favor”.
Aunque esto fuera sospechoso, Roberto siguió hablándole, porque lo que miraba en las fotografías le fascinaba. Pasó un mes y la actitud de ella cambió, pasó de ser agradable a una mujer intensa, un poco obsesiva, pero nuevamente él aguantó. “Me celaba y no nos habíamos visto, la verdad me aguantaba porque me gustaba, pero nunca me enviaba fotos de su cuerpo completo, solo de su rostro o acostada”.
Cansado de rogarle de manera constante que salieran, ella por fin aceptó. Quedaron para reunirse en Cayalá. Roberto se arregló para “la mejor cita” que según él tendría. Una noche antes ya se habían acordado cómo irían vestidos para reconocerse; al llegar él se sentó en una banca y esperó a que su chica llegara.
De repente vio a un chica que caminaba hacia él, su cuerpo era de complexión robusta y el rostro estilizado que veía en Instagram, ni se asemejaba. Roberto solo pensaba que la había arruinado y esperaba que ella no fuera de quien se había vuelto loco.
Cada vez más se acercó y él de lejos la observaba dirigirse hacia donde estaba. Con la mirada le pasó un escáner, ella llevaba un jeans de lona ajustado, una blusa roja apretada que dejaba ver los rollitos del abdomen, los zapatos abiertos con sus pies al descubierto, descuidados y un cabello teñido alborotado. “No podía creer, la chica era todo lo contrario a sus fotografías, lo único verdadero de ella fueron sus ojos cielo”.
Al estar frente a él, se saludaron y como es todo un caballero, según él, la invitó al cine como habían acordado, comieron y platicaron, pero nunca más Roberto le volvió a hablar en su vida. “Fui víctima de los filtros en las fotografías. La dejé de seguir y la bloquee, igual ella no hizo ni el mínimo esfuerzo de hablarme porque lo más seguro es que sabía que yo no lo haría. Ahora me aseguro que esto no me vuelva a pasar”.
La “nueva” belleza
¿Te ha pasado alguna vez la historia de Roberto? Ahora es muy común que los teléfonos móviles te den la opción de tomar fotografías usando el filtro de “belleza”. En las redes sociales observamos el montón de publicidad de aplicaciones que retocan fotos, en las cuales se pueden cambiar el color de ojos o colocar los “cuadritos” en el abdomen que tanto deseas.
“Muchas mujeres aunque también hombres, suelen usar esos filtros porque no se sienten seguros de sí mismos, se autoengañan porque están viviendo una fantasía. En ocasiones, es el reflejo de lo que deseamos ser”, expresó Winnyfred Martínez, psicóloga clínica.
Y la verdad es que las famosas “selfies” han inundado el mundo digital, entre más atrevida o sexy es la fotografía, más interacción recibes o más “cool” te sientes. No es pecado que quieras colocarle un par de filtros a tus fotos, pero el problema es cambiar por completo la versión de ti mismo.
Entre las aplicaciones más utilizadas por los jóvenes para el retoque de fotografías se encuentran:
-Beauty Camera: podrás lucir tu piel “suave y tersa”. La aplicación está disponible para iPhone y Android.
-Facetune: ayuda a mejorar el aspecto de la piel, estiliza el rostro, retoca el cabello, etc. Se encuentra disponible para iTunes o Android.
-Skinny Camera: esta aplicación puede moldear el cuerpo según el gusto de las personas y darles una cintura de “avispa”.
-Picmonkey: esta herramienta es el photoshop de las fotografías. Es fácil de usar e incluye herramientas para poder diseñar tu propia foto.
La nueva tendencia de “belleza” está acaparando las redes, aplicaciones como Snapchat o Instagram ya traen por default filtros para que las personas se tomen fotografías. Existen varias aplicaciones que te harán lucir como de portada de revista, pero lo importante es que aprendas a amarte y aceptarte a ti mismo. Aunque si usas filtros asegúrate que no te pase la historia de Roberto.