San Rafael Pie de la Cuesta, en San Marcos, esconde un secreto, El Refugio del Quetzal, un lugar mágico, único, lleno de fauna y flora.
A 270 kilómetros de la ciudad de Guatemala se encuentra un clima que es asombroso y perfecto para que nuestra ave nacional pueda tener un lugar seguro, además de cómodo donde vivir.
Pero la idea de hacer El Refugio del Quetzal no nació con el fin de cuidar las aves, sino conservar el agua para el municipio.
Carlos Mazariegos, quien era el síndico primero de la municipalidad y ahora es el alcalde actual, adquirió el terreno en octubre del 2000, pues allí hay 14 nacimientos de agua. Lo compró con el fin que esos nacimientos abastecieran a su comunidad del vital líquido, pero al darse cuenta que habían nidos de quetzales empezó a resguardar el lugar, pues quería tener un lugar adecuado para las aves.
En el 2004, fue el primer periodo que fue electo como alcalde de la localidad, entonces decidió cuidar de mayor manera el lugar, contrató un guardabosques y diseñó los planos para que las personas pudieran caminar en el lugar, sin alterar el orden.
Sin embargo, entre 2012 al 2016, el lugar estuvo abandonado, pues Carlos Mazariegos ya no había sido electo como alcalde, pero cuando ingresó nuevamente a la municipalidad fue su prioridad.
Pero, en 2016, tuvo una idea, que es la que ahora tiene a los quetzales en el lugar.
Al alcalde se le ocurrió en 2007 colocar unos tocones, que son unos troncos de árbol seco, con el fin que los quetzales colocaran allí sus nidos.
Esta idea funcionó, pero no de inmediato, pasaron alrededor de dos años para los quetzales se adaptaran y que ellos pudieran hacer allí sus nidos.
El Refugio del Quetzal está abierto a todo público: el costo de la entrada para visitantes extranjeros es de Q50 adultos y Q25 niños, y para los guatemaltecos es de Q20 y niños es de Q10.
Relato recorrió el lugar para observar los quetzales y documentar los nacimientos, pudimos observar más de diez en el lugar, que volaban de un lado al otro, incluso cuidando su nido.
Según el Alcalde lo que más le gusta es: “Observar la vida de los quetzales, el lugar tan tranquilo y que de diciembre a junio se pueden ver a los quetzales cuidando sus nidos”.
El lugar tiene un rancho y un mirador que encanta a cualquier persona.
El Refugio del Quetzal es un lugar que te encantará y puedes visitar con toda tu familia.