Carmen Flores vendía en la esquina de la 20 calle, zona 6, sus panes con frijoles, atol de arroz con leche y chuchitos. Pero, desde hace dos semanas se decidió retirar, porque su nieto, quien ha sido su compañero, amigo, hijo y aliado se graduó de perito contador. Ahora, él con su trabajo la apoya económicamente.
Las situaciones que ha pasado han sido difíciles
Los padres de German buscaron “el sueño americano” cuando él apenas tenía seis meses, ya que las situaciones económicas eran difíciles, debido a que no contaban con estudios, ni ingresos y tampoco un plan de cómo sacar a su hijo adelante; lo único que tenían era la esperanza de que en el país del Norte les iría mejor que aquí.
Pero, lo que encontraron fue la muerte, ya que en el desierto de Sonora localizaron los cuerpos de los esposos quienes murieron por deshidratación y las condiciones extremas del clima.
Carmen se enteró cuando le preguntó al coyote, sin embargo, la respuesta fue fría, él le dijo: “Ellos se murieron, no aguantaron el viaje”.
Eso le cambió la vida a ella, porque se había quedado sin su hija y con el cargo de cuidar a su nieto, quien era un bebé. Debido a la situación empezó a vender panes con frijoles, chuchitos y atoles para sostenerse, así como para pagar la renta del cuarto donde ambos vivían.
Al principio fue difícil para Carmen. Con el niño en la espalda cocinaba, vendía y limpiaba.
Carmen inscribió a German en la escuela, el niño siempre obtuvo las mejores notas, pues sabía que su abuelita estaba haciendo un esfuerzo para fuera un profesional.
Este año, German realizó sus prácticas en un banco, su desempeño fue tan bueno que lo contrataron, así que le dijo a su abuelita que dejara de trabajar, pues ella ya tiene casi 70 años. De esta manera, Carmen ya no vende más, porque su nieto se encarga de pagar el cuarto y de apoyarla económicamente para mantener la casa.
“Le doy gracias a Dios porque mi niño encontró un trabajo, yo estaba cansada de trabajar, ya las piernas me duelen”, expresó Flores.
Ahora, le pide a Dios que su nieto pueda tener un trabajo estable, que continúe estudiando y siga su vida, porque ella cree que no vivirá por mucho tiempo.