Originario de El Chical, Morazán, El Progreso, René Corado cuenta su historia de vida con orgullo. Con siete hermanos, vivían en condiciones muy pobres. En 1968, la familia migró hacia la ciudad en busca de mejores oportunidades.
Corado solamente estudió hasta sexto primaria. Aunque su padre no estaba muy convencido, el joven decidió dedicarse a lustrar zapatos para ayudar a su familia.
“Estudiaba en la mañana y lustraba en la calle. Entregaba Q0.50 diarios en mi casa”, comentó. Desde muy joven, Corado se acostumbró al no, también a mantener una sonrisa y buscar lo positivo de cada momento de su vida.
“Me tocaba pelearme con los perros por un pedazo de comida, buscaba en la basura algo para comer”, contó.
A sus 21 años, sin documentos, ni familiares que lo recibieran y sin saber una gota de inglés, migró hacia Estados Unidos. Comenzó trabajando de “un poco de todo”.
Incluso, como jardinero del museo del que ahora es el gerente: el Western Foundation of Vertebrate Zoology en California.
Gracias al entonces gerente del lugar, estudió biología y ahora es el encargado de dar recorridos guiados, además de la colección de huevos de aves más grande del mundo.
Su historia de éxito y sus retos como latino, los contó en el libro El Lustrador. Después de mucho esfuerzo, se publicó en Guatemala y pronto se convirtió en un best seller en Amazon en el mundo.
El libro fue declarado como Patrimonio Documental de Guatemala por el Ministerio de Cultura y Deportes.
“No tengo a nadie más aquí, podría estar en Estados Unidos, pero hay oportunidad en Guatemala. No voy a perder el tiempo quejándome, sino quejarme del cansancio por trabajar”.
Pero para llegar a donde está, Corado pasó por muchas dificultades. Sin embargo, su esfuerzo y ejemplo de vida han motivado a miles de latinos y extranjeros en el mundo.
“Yo quería ser rico, porque creía que ellos comían tres veces al día y tenían zapatos. Siempre soñé con un par de botas y ahora las tengo”, mencionó.
Además de dar charlas motivacionales, Corado da clases en las universidades de Guatemala y comenzó un proyecto para rescatar el Río Motagua de la contaminación.
Conoce el proyecto aquí.
“Siempre me ha encantado el pie de queso. Quería comer uno y no lo lograba. En lo que buscaba, me comí un pedacito de pastel de banano, uno de chocolate. Cada porción es un sueño que me fue llevando al grande: el pie entero. Lo conseguí, pero era enorme que lo compartí”, dijo.
Es por ello que con los fondos recaudados de las ventas de su libro, Corado emprendió una fundación con el mismo nombre, El Lustrador Foundation.
Un nuevo proyecto para la fundación
Por medio de la fundación, miles de niños y familias del vertedero de la zona 3 han tenido oportunidades que nunca imaginaron.
Con becas de estudio, donaciones de comida y ropa, ha cambiado la vida de niños que le recuerdan a él mismo. “Yo ayudo porque estuve ahí. No puedo cambiar el pasado, pero ayudo a que no se repita en alguien más”, expresó.
René señaló que más que el alimento, los niños quieren aceptación y alguien que crea en ellos.
Con su sombrero y botas, el “Indiana Jones” de Guatemala, como lo apodaron, comparte hasta la comida con los pequeños.
“Vale la pena un dolor de estómago por un momento de felicidad y compartir”, contó el chapín que, a sus 58 años, mantiene la energía de un adolescente.
A finales de diciembre, gracias a una entrevista en un medio de Estados Unidos, conoció a un empresario que quería ayudarlo.
Juntos, consiguieron un furgón y con donaciones y voluntarios, lo llenaron de útiles escolares, zapatos y ropa.
“En pocos meses, llenamos un furgón de 40 pies”, contó. Lo recolectado fue entregado a los niños, que lo conocen como el Tío René.
Sin embargo, quedan muchas cosas por entregar y es por ello, que esta semana continúa en la búsqueda de hogares, asilos o escuelas a donde pueda llevar su mano amiga.
Un camino difícil
A pesar de haber cruzado fronteras sin papeles, Corado recomienda a los jóvenes migrantes no hacerlo así, sino por la vía legal.
“Escucho que muchos viajan resentidos, pero no debe ser así”, comentó. Es por ello que René viaja constantemente a Guatemala, porque el país “no tiene la culpa de la falta de oportunidades”.
Para René, la situación para los migrantes, especialmente los latinos, no es sencilla. Durante los ochenta, la discriminación disminuyó.
Sin embargo, cuenta que desde que Donald Trump asumió como presidente, todo ha sido diferente. “Ahora es como si tuvieran permiso para discriminar”, relató.
Todas estas experiencias le han enseñado al guatemalteco que, a pesar de las dificultades, siempre existen oportunidades para hacer un mejor país. “Si no te gusta cómo está la educación, cámbiala. Si no te gusta la política, cámbiala. No me pueden decir que no se puede, porque yo empecé de cero y lo he logrado”, finalizó.
Este jueves, el biólogo brindará una charla motivacional en Antigua Guatemala.
Pronto, también podrás visitar el Museo de Ciencias Naturales René Corado en Zacapa, así como un museo en la casa donde Corado creció.
Para más información, ingresa a su página oficial para no perderle la pista al lustrador que le dio un nuevo significado a la palabra y al oficio que lo hizo llegar hasta donde está ahora.
Fotos: Elena Gaytán, René Corado.