El viernes 13 de marzo, la noticia que impactaba al país era la confirmación del primer caso de coronavirus (Covid-19) en Guatemala. Un día después, José y Michelle celebrarían su boda civil, para la semana siguiente llevar a cabo la ceremonia religiosa, pero todo cambió en cuestión de horas.
En medio de la cena de su boda civil, Michelle Dubois y José Manuel Mansilla, quienes no superan los 30 años, recibieron una noticia que ya se imaginaban podía suceder. El presidente Alejandro Giammattei anunciaba el sábado 14 de marzo la prohibición de reuniones de más de 100 personas.
Ello tuvo un impacto en eventos como conciertos, partidos de fútbol y en los actos religiosos, entre otros.
Al confirmarse la restricción, mientras estaban cenando, la pareja de enamorados recibió un mensaje de la Parroquia San Pedro Nolasco, de Ciudad San Cristóbal. Esta es la Iglesia donde tenían programada la misa de su matrimonio, para el sábado 21 del presente mes.
Para la recepción de la boda había más de 200 personas invitadas, el banquete ya estaba pagado, el salón se hallaba reservado, el pastel había sido pedido, la música estaba preparada y la iglesia, apartada. Algo que ahora tiene fecha indefinida, debido a que deberán esperar hasta que Guatemala salga de esta oscura etapa.
Con los ánimos arriba
A pesar de la pésima noticia que cambiaron los planes iniciados tras su compromiso en octubre del 2019, José y Michelle mantienen el mejor de los ánimos. Según Juan Andrés Mansilla, hermano de José, la pareja de esposos ha comprendido de la mejor manera la situación.
El lunes 16 de marzo, los hermanos Mansilla tuvieron que moverse de un lado a otro para solucionar todo. Afortunadamente, según indica Juan Andrés, las empresas con las que habían negociado se portaron de la mejor manera y realizaron devoluciones, en otros casos les aceptaron el cambio de fecha que aún está pendiente.
Además, tuvieron que enviarles mensajes a todos los invitados, anunciando la suspensión de la boda. Incluso a sus familiares que tenían complicaciones para poder ingresar al país, ya que eran provenientes de Honduras, El Salvador y Estados Unidos.
Las misas
Antes del 16 de marzo, tras las disposiciones del mandatario, las iglesias se manejaban con un distanciamiento social. Ello consistía en permitir las misas con menos de 100 personas presentes, exponiendo a Jesús Sacramentado y realizando misas privadas.
Además de tomar las medidas pertinentes respecto al número de personas, también se invitaba a que no participaran aquellos que mostraban síntomas de alguna enfermedad, al igual que a los vulnerables (ancianos y niños). Ya no se daban la paz y la comunión se daba en la mano.
Estas medidas solo se realizaron en las iglesias pequeñas donde sí se podía controlar el número de personas.
El sacerdote Abel García, de la Iglesia del Carmen, indicó que ellos se rigen por la instancia territorial, que es la Arquidiócesis, y en todo el país por la Conferencia Episcopal, quienes les dieron la instrucción de seguir con todas las indicaciones del Gobierno.
Todo ello cambió el pasado lunes, cuando el presidente Giammattei, a las 20 horas, dio un mensaje a nivel nacional. En este informó que quedaban prohibidos los eventos de todo tipo y de cualquier número de personas, además de suspender las celebraciones religiosas presenciales.
Por ello, las misas serán únicamente televisadas.
El sacerdote García hizo un llamado a las personas para que se enfoquen en el mensaje más profundo de la Semana Santa, la conversión. Además, resaltó que esta es una gran oportunidad para realizar una reflexión y crear un cambio en nuestras vidas.
La situación del coronavirus le vino a cambiar la vida a los guatemaltecos, sin embargo, personas como a José y Michelle no las detiene. Hoy, ya viven juntos y esperan con ansias poder programar la nueva fecha para su matrimonio religioso, el cual bendecirá su relación, que inició hace 9 años.
