Ju A Yo Ga
Al no poder costearse la carrera de Administración de Empresas en la universidad, y tiempo después ser despedido de un call center, decidió adentrarse en el mundo de las artesanías. Comenzó con cierto conocimiento en el tema, y ahora es la fuente principal que le permite vivir bien y estar donde su inspiración lo llame a crear arte.
Julio Yoxón, más conocido como Ju A Yo Ga, dejó Jutiapa para vivir en Panajachel, lugar que lo ha cobijado durante muchos años. A sus 30 años se caracteriza por ser un joven creativo, que muestra todos los días en la Calle Santander, su arte a personas provenientes de diversas partes del mundo.
Mi motivación, además del conocimiento de ser artesano, conocer sobre piedras preciosas y distinguir imitaciones, es darme un chance de hacer algo que realmente me gusta; viajar, conocer nuevas personas, hacer amistades, crear y hacer algo que es único para cada ser”, afirma Ju.
Con un estilo variado, que va desde macramé (tejer diseños en hilo encerado nudo a nudo), wirewrap (técnica milenaria de enrollar alambre creando diseños complejos simétricos y asimétricos), hasta la joyería en plata, su más reciente creación, ha viajado a muchas partes del mundo. “He viajado a toda Centroamérica, y claro, todo el interior de Guate”, fusionando su talento con el amor al arte.
Retos en su arte
Para Ju A Yo Ga, la complejidad está en innovar, crear cosas únicas y de calidad; competir con personas que venden baratijas chinas de producción en masa, así como encontrar a personas que conozcan, aprecien el arte de las piezas y paguen por ello.
Al tener calidad, diseños únicos y variedad, las probabilidades de vender son altas; sin embargo, en ocasiones, algunos artesanos dependen de temporadas altas para tener más ingresos, y algunos otros viajan a diferentes regiones”, comenta Julio.
Las grandes empresas
Para Ju, las grandes empresas productoras de artesanías hacen su parte, como también la hacen los artesanos. A su parecer, invierten mucho más en manufacturar. Él cree que tener un balance en costo-beneficio para ofrecer un precio justo y calidad en las piezas estaría bien.
En mi paso por Nicaragua este año, conocí a un chico que había pagado US$10 por un dije de fabricación china. Era una imitación de cuarzo que le había durado poco, dejándolo solamente con una cadena de mala calidad. Accedió a pagarme US$25 por una amatista real engarzada en macramé. Estoy seguro de que aún está complacido con la compra que me hizo”, señala Ju A Yo Ga.
En contra de las artesanías imitadas y de mala calidad, Ju A Yo Ga sigue creando piezas artísticas con amor, palabra con la que se identifica, con el objetivo de que las personas que tengan sus piezas, reciban luz y bendiciones del universo.
Aprendamos a valorar el conocimiento y arte elaborado por los artesanos”, explica Ju.