Conforme avanzamos de edad, la masa muscular disminuye ocasionándonos problemas al movernos. ¿Sabes por qué?
Todos nos asustamos de cómo los años avanzan rápidamente y la vejez ya se encuentra a la vuelta de la esquina. Creemos que una lesión en alguna parte del cuerpo, la falta de atención o tener mucho sueño nos está afectando porque “nos envejecemos”, aunque a veces es algo natural y no es por la edad.
Constantemente vemos que los adultos mayores sufren de dolores en el cuerpo y se movilizan con más lentitud a su destino; usan bastones o andadores como un apoyo para poder transitar a donde sea, porque ya es casi imposible sostenerse por sí solos. Los músculos del cuerpo son importantes puesto que forman parte esencial para la movilización.
“Ya no funcionamos bien, ya estamos empolvados y chuecos”, suele decir mi abuelita, porque al no ejercitarse por lo menos un par de veces a la semana, se deterioran los músculos y se vuelven más vulnerables a sufrir algún desgarre.
Según BBC, investigadores encontraron que esto se debe a una pérdida de nervios y con las pruebas realizadas a 168 hombres, descubrieron que los nervios que controlan las piernas disminuyeron un 30 por ciento a los 75 años. ¡Curioso! Y qué miedo al mismo tiempo ¿no crees?
Jamie McPhee, de la Universidad Metropolitana de Manchester, en Reino Unido, afirmó que hay una pérdida increíble de los nervios que controlan los músculos con la edad. Entre un 30 a 60 por ciento. Esto quiere decir que se consumen.
A medida que envejecen los músculos, que no solo disminuyen en tamaño y fuerza, sino también pierden su capacidad aeróbica. Un efecto secundario menos obvio es que esta pérdida de masa muscular también puede causar una disminución general de la función metabólica.
No seas haragán, haz ejercicio
Para mantener una buena grasa corporal y evitar sufrir la pérdida muscular, es necesario que te ejercites (eso no quiere decir que debes matarte en el gimnasio).
Hay algunos ejercicios que puedes practicar a diario y no te quitarán mucho tiempo, pero recuerda que es importante para evitar quedarte tieso cuando seas adulto mayor.
Ejercítate de tres a cinco veces por semana durante 30 a 60 minutos por sesión. Comienza con un calentamiento que incluya una caminata de cinco minutos, 10 sentadillas, 10 flexiones de brazos contra la pared y 10 repeticiones en puntas de pie. Cuando domines esos ejercicios puedes empezar a agregar peso a tu rutina.
Sí, ya sé que suena complicado, pero créeme que te ayudará bastante.
Entre los buenos ejercicios con pesos libres para la parte superior del cuerpo se incluyen: