Ambos buscaban opciones para mejorar las celebraciones de fin de año y proteger el medio ambiente. Y de distintas formas, los dos consiguieron traernos navidades más verdes y amigables con el medio ambiente. Entérate de estos dos emprendimientos que han cambiado la forma de celebrar la Navidad.
Su emprendimiento surgió como una iniciativa de sus hijos, quienes comenzaron a vender arboles de pinabete en pilón durante las vacaciones. Ellos querían que las personas sembraran arboles y así combatir la deforestación, relata Juna Carlos Hernández. Tres años después, surgió la idea de vender arboles en maceta para decorar las casas durante la navidad. “Nos dimos cuenta que la gente compraba sus árboles y luego los tiraban, y creímos que sería mejor comprar uno que pudiera usarse todos los años”.
Fue entonces que una finca se convirtió en el invernadero de cientos de pinabetes, de Eco Pinabetes (una división de Energetic Depot) que cada año viajan a Guatemala para buscar un hogar. Con los respectivos marchamos y un registro personalizado, cada una de los “arbolitos” viaja por la carretera para volver a la casa de la familia que los compró. Según Hernández, con la compra de cada Guatemalensis Rehder, se entrega un certificado de registro con el número que lo identifica ante el Instituto Nacional de Bosques (INAB) y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP). En el documento se especifica el nombre del comprador, fecha de compra y la edad del pinabete.
“Cuando la gente compra su arbolito se lleva el certificado y un manual para el cuidado del mismo”, Juan Carlos Hernández.
Según Hernández, pasadas las fechas de fin de año, quienes viven en departamentos o casas con poco espacio pueden contratar el servicio de cuidado anual. Este incluye recoger el árbol en enero y cuidarlo en la finca del proveedor durante todo el año, por un costo adicional. Lo novedoso de este servicio es que para el siguiente año el mismo árbol, cuidado, abonado y tratado volverá a la casa de su dueño. Con esto, sostiene Hernández, las familias crean un vinculo con su planta y reciben la misma cada año.
“Algunas personas se han encariñado tanto con sus árboles, que hasta los niños les han puesto nombre y se encargan de cuidarlos, regarlos y mantenerlos durante las fiestas de navidad”, Juan Carlos Hernández
A finales de la década de los 70, los pinabetes en Guatemala cubrían un área de 710 km2. Para fines de los 90 esta se redujo a 392 km2. Hoy el área de los pinabetes es menor y su supervivencia esta en peligro.
Navidad Natural
Se autodenomina como una tienda de estación, pues solo abre durante los últimos meses del año. Su lema, “Mas verde, por más tiempo”, el cual promueve desde la llegada de septiembre para que sus más de 13 mil seguidores, en FaceBook, sepan que el momento de comprar el árbol de navidad se aproxima.
Navidad Natural, nació hace 23 años, con la visión de combatir la depredación de los pinabetes en Guatemala y ofrecer árboles de calidad y cultivados especialmente para decoración y con alta durabilidad. “Comenzamos vendiendo solo arboles y muy pocas coronas, pero ahora hemos ampliado más productos”, asegura Blanca Rosa de Wer.
“El cuidado de los árboles es importante y podarlos hace que podemos ofrecer productos de excelente calidad y durabilidad”. Blanca Rosa de Wer.
Desde su creación la empresa, de De Wer ha evolucionado y se ha convertido en un referente navideño, pues no solo árboles venden. Con tres tiendas en la república, Navidad Natural ofrece servicios de decoración, adornos y suministros para el cuidado de los árboles que vienen de los Estados Unidos.
Follajes para hacer coronas, centros de mesa, topiarios, sachetes aromáticos y guirnaldas, engrosan hoy la lista de productos que ofrece vienen de los Estados Unidos con el fin de adornar la navidad.
A los accesorios decorativos se incorporó también productos para el cuidado, mantenimiento y decoración. Entre los que destacan nevada de arboles, reciclaje, nutrientes para las plantas y bases de instalación. Sobre el reciclaje, De Wer asegura que luego de las fiestas el árbol será recogido y cortado en pequeños trozos que luego servirán de abono para el jardín de las casas.
Un pinabete de dos metros tarda un aproximado de diez años en crecer a esta altura y adorna una casa durante un mes.
Hoy estas dos empresas nos hacen saber que una linda navidad es posible, pero una verde y amigable con el medio ambiente es una realidad. Regálate una experiencia única y ayuda al medio ambiente protegiendo nuestro patrimonio natural.